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En Centroamérica 21 millones de personas consumen leña para cocinar, y Guatemala es posiblemente el país que más utiliza ese material, ya que nueve de cada diez guatemaltecos del área rural dependen de la leña, de acuerdo con un estudio presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según el estudio, las familias guatemaltecas que emplean leña, el 75 por ciento la recolecta, y el 25 por ciento la compra.
Según el informe Desarrollo Económico y Medio Ambiente de la CEPAL, Centroamérica pierde anualmente 390 mil hectáreas de árboles y según el Banco Mundial, la deforestación representa hasta un 20 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento global y, por tanto al cambio climático.
Ricardo Pennington, viceministro de Energía y Minas, afirmó que el consumo de leña, el avance de la frontera agrícola, los incendios forestales y otros factores causan la deforestación del país, daño que, de continuar avanzando con la rapidez actual, pronto afectará zonas ricas en recursos hídricos.
Con ocasión de celebrar el Día Mundial de la Tierra (22 de abril) varias organizaciones urgen a que se detenga la tala ilegal y proteger las fuentes hídricas, a fin de revertir esa tendencia que apunta a la destrucción en el país.
Estudios sobre el medio ambiente, dan a conocer que el ritmo de deforestación en Guatemala es de entre 80 mil y cien mil hectáreas anuales, mientras la reforestación oscila entre 10 mil y 50 mil hectáreas por año, lo cual significa una pérdida neta de 50 mil a 70 mil hectáreas de bosque cada año.
La oferta legal de productos maderables genera Q23 mil millones al año en empleo, impuestos e importaciones, pero la sobreexplotación ilegal, además de ser delito, daña al ambiente.
De continuar la elevada tala inmoderada frente a las pocas hectáreas que se reforestan, para el 2015 Guatemala pasará de tener 33 por ciento de territorio con bosque a un 28 por ciento.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, establece para Guatemala una meta de mantener al menos el 33 por ciento de su territorio con cobertura forestal para el 2015.
Pero la deforestación no solo causa daños al ambiente, sino además impactos negativos a la salud -causando la muerte de 2 millones prematuras al año.
Hugo Ventura, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), indicó que el humo de la leña tiene incidencia en enfermedades pulmonares, tuberculosis y cataratas.
Las enfermedades respiratorias, principalmente en los niños -que resulta ser más dañino que el tabaco- es uno los problemas que más preocupa en torno a este tema, aseveró.
El Movimiento Juvenil Aj Tzuk, integrado por más de 10 mil jóvenes guatemaltecos, tiene como uno de sus diversos ejes de trabajo la puesta en práctica de acciones ambientales con el objetivo de contribuir a la recuperación de la cobertura boscosa de Guatemala se unió a la actividad denominada "Reforestando Guatemaya".
La misma tiene como objetivo a nivel ambiental plantar más de cinco millones de árboles en Centroamérica en un solo día, para aportar a la restauración del paisaje a través de la reforestación con enfoque ecosistémico, es decir, una estrategia que busca lograr un equilibrio entre la conservación, el uso sostenible y la distribución justa y equitativa de los beneficios obtenidos de la naturaleza, y promover también acciones de gestión integral de riesgo, proponiendo la reforestación como una acción concreta para disminuir la vulnerabilidad ante los fenómenos naturales.
Marta Ayala, directora de la Fundación Calmecac, que promueve la protección de barrancos y cerros, comentó: "El Día de la Tierra debe servir para reflexionar sobre el daño que los humanos hemos hecho a la naturaleza, y empezar una actitud de responsabilidad con el manejo del agua, de los desechos, así como de la conservación de los bosques".
Fuente: Diario La Hora, Guatemala.