Nota informativa
Las economías de la Comunidad del Caribe (CARICOM) deben transformar sus sistemas productivos para aprovechar las oportunidades de acceso a mercados que ofrecen los seis acuerdos comerciales vigentes con países de América Latina y de la Unión Europea, según concluye un nuevo estudio de la Sede Subregional para el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En la publicación An assessment of the performance of CARICOM extra-regional trade agreements: an initial scoping exercise (solo disponible en inglés) se evalúan los tratados de libre comercio firmados con República Dominicana (vigente desde 1998) y Costa Rica (2004); los acuerdos de alcance parcial con Venezuela (1992), Colombia (1994) y Cuba (2000) y el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea (2008).
El documento concluye que, a pesar de la implementación de estos acuerdos, el desempeño de las exportaciones de la CARICOM no ha mejorado significativamente.
Según el estudio, en 2012 las exportaciones de bienes de la subregión se dirigieron principalmente a Estados Unidos (39,1 %) y la UE (23,5). Los envíos a América Latina y el Caribe representaron 25,7 % del total, pero los países con acuerdos comerciales vigentes con la CARICOM recibieron un porcentaje reducido de sus productos: destacó Venezuela (4,24 %), seguido por República Dominicana (0,30 %), Cuba (0,20 %), Colombia (0,08 %) y Costa Rica (0,01 %).
Además, la proporción de envíos totales de la CARICOM a cada uno de sus socios bilaterales disminuyó entre 2001 y 2013, con la excepción de Venezuela debido a la alianza del Petrocaribe. También disminuyeron las importaciones, salvo en los casos de Venezuela y la República Dominicana. Asimismo, la producción y exportación en la CARICOM está muy concentrada en pocos bienes: los diez principales productos de exportación representan más de 75 % de los envíos de la subregión.
El documento indica que este diagnóstico responde a varios factores, entre los que destacan el tipo de ventajas comparativas y el grado de complementariedad que tiene la CARICOM con sus contrapartes, así como algunas medidas no tarifarias implementadas por sus socios que pueden dificultar los flujos comerciales. También se incluyen las brechas estructurales inherentes a la subregión, particularmente en infraestructuras, interconexión y productividad, que han limitado su capacidad para transformar sus sistemas productivos y aumentar su competitividad.
El estudio sugiere que, para que los acuerdos extrarregionales contribuyan al crecimiento de las exportaciones, los países de la Comunidad necesitan hacerse cargo de sus rigideces estructurales y transformar sus sistemas productivos, incluyendo la mejora del clima de negocios, así como ampliar la cobertura de los acuerdos actuales y futuros para incluir regímenes de liberalización de servicios con el fin de explotar ventajas comparativas en sectores clave de América Latina con los que tienen un elevado nivel de complementariedad.