Representantes de diversas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) discutieron los días 23 y 24 de noviembre en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago, Chile, la forma de potenciar sinergias de cara a la implementación tanto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como de la agenda de derechos humanos en la región.
El encuentro, titulado Leveraging synergies in the implementation and monitoring of the Sustainable Development Goals and Human Rights (Potenciando sinergias en la implementación y monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los derechos humanos), fue organizado en conjunto por la CEPAL y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y contó con la presencia de los Coordinadores Residentes de la ONU en países como Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Perú y Venezuela.
La inauguración fue encabezada por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Adam Abdelmoula, Director de la División del Consejo de Derechos Humanos y de Mecanismos de Tratados de ACNUDH; y Amerigo Incalcaterra, Representante de la Oficina Regional para América del Sur de ACNUDH.
Durante su intervención, Bárcena destacó la oportunidad de analizar en la CEPAL estrategias para estrechar los vínculos entre los ODS de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la agenda de derechos humanos, especialmente en un momento en que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, está promoviendo una reforma a los tres pilares del foro global: paz y seguridad, administración y desarrollo.
“La Agenda 2030 requiere un multilateralismo que funcione”, dijo Bárcena, quien entregó un completo panorama de la situación socioeconómica regional y compartió las propuestas de la CEPAL para avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo con igualdad que sea el motor del crecimiento económico en la región.
Por su parte, Adam Abdelmoula aseguró que “sin la movilización de todo el sistema de las Naciones Unidas no será posible alcanzar completamente los ODS para ‘todas’ las personas en ‘todos’ los países y cumplir el compromiso de ‘no dejar a nadie atrás’, en otras palabras, garantizar los derechos humanos de todos”.
Finalmente, Amerigo Incalcaterra llamó también a fortalecer la labor de la ONU para transformar al organismo mundial en un referente para la implementación de la Agenda 2030. “Este es el momento de las Naciones Unidas”, dijo, y alertó sobre los potenciales riesgos para la protección de los derechos humanos de las decisiones de carácter economicista que pueden tomar los países en un contexto de bajo crecimiento.
