Nota informativa
El combate a la desigualdad y a la destrucción del medioambiente, es esencial para el fortalecimiento del derecho al desarrollo en la región, que debe aprovechar la coyuntura económica, social y ambiental para implementar un cambio estructural progresivo con miras al cumplimiento pleno de la Agenda 2030, afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En el marco de la conmemoración del 30 aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el derecho al desarrollo, Bárcena aseveró que la actual coyuntura abre una oportunidad excepcional para avanzar hacia un nuevo estilo de desarrollo, que profundice en garantizar los derechos de los ciudadanos con la igualdad y la sostenibilidad en el centro.
“Los grandes temas del desarrollo, como la persistencia de la pobreza, la evidencia de que buena parte de la población mundial continúa sin participar del bienestar generado por el progreso técnico y el crecimiento económico, y el permanente rezago tecnológico de numerosos países, ya no pueden ser ignorados, ni siquiera por las economías más ricas hoy tensionadas por los flujos migratorios”, afirmó la máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas.
“Reducir las brechas tecnológicas y de ingresos y difundir globalmente el conocimiento y la producción son inseparables del objetivo de construir un sistema mundial estable y comprometido con el pleno empleo”, añadió.
Bárcena participó hoy de la ceremonia de conmemoración del 30 aniversario de la Declaración del Derecho al Desarrollo que se realizó en Nueva York en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En la ocasión, recordó que en su documento de posición Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible, la CEPAL propone a la región “un nuevo paradigma donde las instituciones y las políticas públicas se articulen en torno a un gran impulso ambiental transformador de la estructura productiva, que complemente la incorporación de progreso técnico, la sostenibilidad y la igualdad”, con miras al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 4 de diciembre de 1986. Ese día se proclamó por primera vez este derecho inalienable, al declarar que todos los seres humanos “están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar de él”.
“La Declaración sobre el derecho al desarrollo está hoy más vigente que nunca, pero tres décadas después, nuestras prioridades han cambiado. Debemos poner hoy todos nuestros esfuerzos en alcanzar la igualdad para todas y todos y situarla en el centro del desarrollo sostenible”, concluyó Bárcena.