Comunicado de prensa
El Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs, encabezó hoy una ceremonia en homenaje a la memoria y el legado de Carmelo Soria Espinoza, economista y diplomático español, funcionario del organismo regional de las Naciones Unidas, que fue secuestrado, torturado y luego asesinado por agentes de la dictadura en Chile el 16 de julio de 1976.
La ceremonia fue realizada en la Placa Soria, memorial en recuerdo de Carmelo Soria Espinosa ubicado en la sede principal de la CEPAL en Santiago de Chile.
Junto al Secretario Ejecutivo de la CEPAL, participaron en la ceremonia representantes de la familia Soria, en particular su viuda, Laura González Vera-Merchant, y su hija Carmen; Fernando Martínez López, Secretario de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España, y Pilar Cancela, Secretaria de Estado de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
“Nos reunimos para recordar a Carmelo Soria, homenajear su memoria y reconocer el incansable esfuerzo desplegado por su familia para lograr el castigo de los responsables de su asesinato”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs al inaugurar la ceremonia.
Agregó que, desde el primer momento, la CEPAL sintió la muerte de Carmelo Soria como un dolor institucional “y ha sido durante más de cuatro décadas una herida abierta que hoy, si eso es posible, avanzamos en curar”.
El máximo representante del organismo regional recordó que, desde Nueva York, Sede de las Naciones Unidas, tres secretarios generales lideraron variadas gestiones, negándose a aceptar la versión oficial que aseguraba que la muerte de Carmelo Soria se trataba de un accidente de tránsito.
“Se buscaba en ese momento esclarecer el crimen, identificar a los autores y conseguir de las autoridades chilenas el castigo efectivo para ellos”, señaló.
Desde Santiago, en tanto, los ex secretarios ejecutivos de la CEPAL, Enrique Iglesias (1972-1985), Norberto González (1985-1987), Gert Rosenthal (1988-1997), José Antonio Ocampo (1998-2003), Jose Luis Machinea (2003-2008) y Alicia Bárcena (2008-2022), cada uno de ellos bajo distintas circunstancias y momentos del proceso, “sostuvieron esta voluntad institucional e hicieron innumerables gestiones para lograr el castigo necesario para los culpables de este horrendo crimen”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs.
“Hoy nos reunimos en este memorial inaugurado el 8 de noviembre de 2007 para testimoniar con nuestra presencia que Carmelo Soria sigue estando entre nosotros y su ejemplo y compromiso no serán olvidados”, destacó.
Fernando Martínez López, Secretario de Estado de Memoria Democrática del Gobierno de España, en tanto, subrayó que el acto de homenaje a Carmelo Soria tiene 3 funciones: “Una función reparadora de lo que se hizo; una función pedagógica, para que nunca más se repitan hechos dramáticos como este asesinato; y una función preventiva para defender siempre los Derechos Humanos”, enfatizó.
Pilar Cancela, Secretaria de Estado de Cooperación Internacional de España, por su parte, destacó que “Carmelo Soria era uno de los nuestros ya que compartimos con él la lucha y el convencimiento por la libertad. La lucha por defender valores que no son solamente los propios, sino los valores que identifican la democracia”, expresó.
Carmen Soria agradeció las gestiones realizadas por el Gobierno español y la CEPAL en la búsqueda de justicia. Sin embargo, afirmó que, tras 47 años, la condena de la Corte Suprema de Chile es insuficiente y reiteró la necesidad de que todos los condenados por el crimen de su padre cumplan penas de cárcel efectiva.
El 22 de agosto pasado, a 47 años de su asesinato, la Corte Suprema de Chile dictó condena definitiva por el crimen de Carmelo Soria Espinoza y condenó a seis exagentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y dos exintegrantes del Ejército.
El fallo de la Justicia chilena afirma que Carmelo Soria “fue privado de su libertad por agentes armados de la DINA, los que lo trasladaron a un lugar oculto, donde se le mantuvo por horas vendado y amarrado, siendo sometido a interrogatorio bajo apremios físicos que le produjeron la muerte, de manera que resulta claramente identificable que los agentes realizaron dos cúmulos de acción ilícitas, completamente diversas, las primeras realizadas con el propósito de privar de libertad al Sr. Soria Espinoza, en tanto que las segundas, fueron perpetradas para ocasionarle la muerte”.
El conjunto de los antecedentes que acopió la CEPAL sobre el caso que investigó el asesinato de Carmelo Soria fueron donados al acervo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, donde se encuentran disponibles para la consulta de todos y todas.