Nota informativa
En México el consumo de energía en el sector residencial se redujo en 45,9% gracias a las políticas públicas focalizadas, por lo que si se hace el mismo esfuerzo para los sectores industrial, comercial y servicios, transporte y agropecuario, el país podrá alcanzar la meta de duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7, revela el Informe Nacional de Monitoreo de la Eficiencia Energética de México, 2018.
La investigación señala que “México es uno de los países en América Latina con mayor tradición e impacto en acciones y programas de uso eficiente de energía”. Entre los principales factores que han incidido en la baja de la intensidad energética del país se encuentran la tercerización de la economía, los cambios estructurales, la sustitución de combustibles y las acciones de eficiencia energética en respuesta al alza de los precios de los energéticos.
El informe, elaborado en conjunto por la CEPAL, la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) y la Agencia Francesa del Medio Ambiente y la Gestión de la Energía (ADEME), provee un completo análisis cuantitativo sobre la historia de la eficiencia energética mexicana.
La CEPAL trabaja por el logro de un compromiso universal en el cual cada país opte por la búsqueda de un desarrollo sostenible que satisfaga sus demandas económicas y sociales sin poner en peligro su capital natural y equilibrio ecológico. Los Estados tienen soberanía plena sobre su riqueza, recursos y actividad económica, y cada uno fija sus propias metas nacionales con base en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), indica el reporte.
El estudio de los indicadores que se realiza en la publicación destaca la trascendencia de la eficiencia energética como política pública para el cumplimiento de la Agenda 2030, en específico del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7, el cual habla de acerca de la energía asequible y no contaminante. “En México, las intensidades energéticas sectoriales en los últimos 20 años muestran que, salvo el sector agropecuario, todos los sectores de consumo final de la energía han disminuido su índice, y que el residencial ha sido el más destacado”, indica.
Las principales políticas públicas en materia de eficiencia energética se han enfocado al sector residencial y han reducido su intensidad energética de manera progresiva. El informe señala que este sector representa el tercer lugar del consumo de energía en México, después del de transporte y el industrial.
Entre 1995 y 2015, las intensidades energéticas de cada sector de uso final han evolucionado de la siguiente forma:
• Residencial: se redujo en 45,9%
• Industrial: se redujo 15,6%
• Comercial y servicios: se redujo 10,9%
• Transporte: se redujo 5,6%
• Agropecuario: aumentó 37,7%
Las presentes acciones de mejora en eficiencia energética reflejan el gran interés de México por mantener su competitividad en el mercado internacional e interno. La gran meta es elevar la productividad y competitividad del país, a través de la diversificación de combustibles alternativos y la mejora tecnológica de procesos industriales intensivos, explica finalmente el documento.