CEPAL expone en la COP 22 su propuesta de gran impulso ambiental para cambiar patrones de producción y consumo

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) planteó hoy en la COP 22, que se celebra del 7 al 18 de noviembre en Marrakech (Marruecos), su propuesta para que los países de la región den un gran impulso ambiental a sus economías con el fin de cambiar los actuales patrones de producción y consumo y establecer una senda de desarrollo sostenible que permita hacer frente al cambio climático.

Este martes se celebraron, en el marco de la 22 Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), dos eventos organizados por las comisiones regionales de las Naciones Unidas, en los que la CEPAL estuvo representada por el Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos (DDSAH), Joseluis Samaniego.

Participaron además los Secretarios Ejecutivos de la Comisión Económica para Europa (CEPE), Christian Friis Bach; de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (CESPAO), Rima Khalaf; y de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP), Shamshad Akhtar, así como el Secretario Ejecutivo en funciones de la Comisión Económica para África (CEPA), Abdalla Hamdok.

En el primero de ellos, titulado Avanzando en la Agenda 2030 a través de la acción climática: Soluciones integradas de implementación regional, el representante de la CEPAL planteó que el cambio climático está vinculado con la existencia de patrones de producción y consumo insostenibles, basados en el uso intensivo de combustibles fósiles, por lo que las soluciones a este fenómeno pasan por cambiar estos modelos.

En el segundo de los encuentros, dedicado a La economía del cambio climático: Perspectivas regionales, Joseluis Samaniego explicó que la CEPAL, en su último documento de posición, Horizontes 2030: La igualdad en el centro del desarrollo sostenible, propone un gran impulso ambiental a través de inversiones en sectores estratégicos para reactivar el crecimiento y propiciar una senda de desarrollo baja en carbono.

Esta propuesta, según explicó, debería considerar además opciones de política pública como la supresión de subsidios dañinos para el medio ambiente, la modificación de precios relativos para hacer más caro lo menos sostenible, la provisión de servicios públicos de calidad y la búsqueda de soluciones para reducir la congestión y la contaminación en las urbes.