“La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible hoy es más importante que nunca, porque es lo que nos da una hoja de ruta hacia el futuro, nos invita por primera vez en la historia de la humanidad a eliminar la pobreza en su totalidad, con la igualdad y sostenibilidad en el centro”, afirmó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el miércoles 18 de noviembre, durante la conferencia “Perspectivas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la era del COVID-19”, organizada por La Tríada, alianza estratégica del Tecnológico de Monterrey de México, la Universidad Católica de Chile y la Universidad de los Andes de Colombia
Durante la conferencia magistral, Alicia Bárcena destacó los cambios acontecidos en el mundo desde la aprobación de la Agenda 2030. “A cinco años de su aprobación el mundo ha cambiado mucho, hoy tenemos un contexto político y social distinto, con una crisis del multilateralismo, desafíos estructurales y globales y descontento social. Con las tendencias actuales, al 2030 la región solo alcanzaría 14 de las 169 metas de los ODS”, enfatizó.
Agregó que la pandemia del COVID-19 ha intensificado los problemas estructurales de América Latina y el Caribe, lo que dificulta los avances de la Agenda 2030. “Se han agudizado los problemas como la fragmentación de los servicios de salud, la desigualdad, la informalidad, el creciente desencanto, la contención, el confinamiento. Y, desde luego, la percepción de corrupción y desconfianza de la ciudadanía”, señaló la Secretaria Ejecutiva.
Añadió que en esta pandemia los más afectados han sido las mujeres y los jóvenes, ya que enfrentan una situación de exclusión y discriminación en el mercado laboral.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, recordó que el telón de fondo de la crisis actual es la cultura del privilegio y la desigualdad. “La cultura del privilegio naturaliza las desigualdades y la discriminación”, indicó.
Por otro lado, Bárcena, recordó que enfrentamos la peor crisis de un siglo y será muy difícil recuperarse. “Esta es la peor crisis que la región ha enfrentado en 100 años. La recuperación de la actividad económica tomará varios años, y habrá una lenta recuperación del empleo. Con la tasa promedio de crecimiento de la última década (1,8%) se alcanzaría recién en 2025 nivel de PIB de 2019”, indicó.
“Esto va a requerir sí o sí de nuevos pactos, de nuevos consensos globales, regionales y nacionales para poder asegurar la provisión de bienes públicos globales y nacionales, como son la salud universal, la seguridad climática, la paz y estabilidad financiera”, indicó Alicia Bárcena.
En otro ámbito, la máxima representante del organismo destacó que el Caribe vive además una doble asimetría: “Para el Caribe el Cambio Climático y los desastres naturales son un gran desafío, por lo que urge un fondo de resiliencia. El Caribe gastó US$3 mil millones anuales en daños y pérdidas lo que aumentó la carga fiscal.” Indicó también que la CEPAL actualmente está evaluando los daños de huracanes que afectan a Centroamérica.
Bárcena también resaltó las siete propuestas que la CEPAL ha planteado para conectar la emergencia con la recuperación. Aseguró que para lograr implementar estas propuestas se necesitarán nuevos pactos políticos y fiscales “para reconstruir mejor y lograr una protección social universal, progresiva y redistributiva”.
La Secretaria Ejecutiva aseguró, además, que es necesario construir un nuevo futuro para crecer con igualdad y sostenibilidad. “Para cerrar las brechas económicas, sociales y ambientales que sufre la región se requieren políticas industriales, ambientales y sociales actuando simultáneamente. Para ello es fundamental la descarbonización, el progreso técnico y el cambio estructural”, aseguró.
Bárcena también agregó que la CEPAL ha identificado siete sectores dinamizadores que tienen un papel estratégico en el cierre de las tres brechas porque promueven el cambio técnico, generan empleos y reducen la restricción externa y la huella ambiental.
Estos sectores son: la transformación de la matriz energética con base en las energías renovables; la movilidad sostenible y los espacios urbanos; la revolución digital para la sostenibilidad; la industria manufacturera de la salud; la bioeconomía, es decir, la sostenibilidad basada en recursos biológicos y ecosistemas naturales; la economía circular; y el turismo sostenible.
Por otro lado, la máxima representante de la Comisión aseguró que la emergencia, la transición y la recuperación con sostenibilidad e igualdad requerirán mayor financiamiento en la región. “Esto implica mantener la política fiscal expansiva centrada en ingresos públicos y ampliar financiamiento para el desarrollo para enfrentar la crisis y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, afirmó Bárcena.
“Tenemos una oportunidad ante la crisis. Debemos apostar por un nuevo estilo de desarrollo, con un gran impulso para la sostenibilidad y cambiar la conversación entre el Estado, el mercado y la sociedad”, concluyó.
