Nota informativa
Todavía conmocionados por la triste noticia que recibimos desde Costa Rica a celadinos y celadinas nos nace desde lo más profundo expresar todo nuestro cariño y aprecio a Dirk en su partida.
Para nosotros fue un personaje múltiple: Director de la institución, Jefe de Área, Profesor, Tutor, Colega, Anfitrión de celebraciones varias, Contertulio de cafés y almuerzos, Compañero de equipo de volley y futbol, y ciertamente Amigo de muchos y muchas.
Quienes compartimos con él en CELADE, fuimos afortunados.
Dirk inspiraba confianza, no solo porque era franco y directo, o porque se conducía rectamente -y no hay mejor ejemplo que la propia conducta-, sino porque le resultaba imposible mentir o actuar con dobleces, pues se delataba inmediatamente por un rápido rubor y un tartamudeo inconfundible.
Dirk daba seguridad, no solo por su envergadura física y su aspecto de jefe vikingo, sino porque enfrentaba las injusticias con vehemencia y no temía arriesgar su propia carrera o su propio pellejo si se trataba de defender lo que consideraba moral o de proteger a quien consideraba desvalido o perseguido.
Dirk despertaba ternura. El fondo claro y nítido de sus ojos azules era de una humanidad conmovedora. Y la distancia entre su enorme porte y su corazón de niño reforzaba ese carácter entrañable.
Dirk sabía formar, pues, como quien levanta una pirámide, instalaba primero cimientos sólidos y luego progresaba cuidadosamente hasta las complejidades más enrevesadas de la demografía.
Dirk era accesible, las puertas de su oficina siempre estaban disponibles para acoger a quien los necesitara, y sensible, los radares de sus sentidos tenían una gran capacidad para detectar cuando alguien requería de su apoyo, de su consejo o de su acción.
La lista de atributos de Dirk podría extenderse mucho más. Pero no es del caso alargarse en demasía. Dirk era modesto y nunca persiguió la figuración, asi como tampoco le gustaba la adulación. Le interesaba ser protagonista en aquello que amaba: su familia, sus clases, su institución y la agenda de población y desarrollo, en fin, sus ideales. Y lo logró con creces. Y nos deja a nosotros como testigos y prueba de su simiente. Lo extrañaremos mucho y lo recordaremos con tantísimo cariño.
Un abrazo grande y lleno de gratitud hacia Dirk de la familia Celadina dispersa por todo América Latina (y más allá) a la familia de Dirk en Costa Rica, en la hora de su despedida terrenal.