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Del 21 al 25 de octubre de 2024, Lima, Perú fue sede de la primera Academia de Género e Inclusión en América Latina, un espacio de diálogo regional sobre igualdad de género y desarrollo inclusivo. Este evento, organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) junto con el Ministerio de Trabajo de España, reunió a más de 130 personas de 17 países de América Latina y el Caribe con el propósito de promover políticas laborales inclusivas y con igualdad de género. Lucía Scuro intervino en dos sesiones clave, donde subrayó la importancia de construir una sociedad del cuidado como eje central para avanzar hacia la justicia social y la autonomía de las mujeres en la región.
En su primera intervención, en el panel “La agenda regional de desarrollo inclusivo para una transición justa hacia la justicia social”, la representante de la CEPAL compartió espacio con Paz Arancibia, Especialista Senior de Género y No-Discriminación para América Latina y el Caribe de la OIT; Cecilia Alemany, Directora Adjunta para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; y Guillermina Martin, Líder del Equipo de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La discusión, moderada por Francesco Carella, especialista en Migración Laboral de la Oficina Regional de la OIT para América Latina y el Caribe , se centró en estrategias para cerrar las brechas de género en el ámbito laboral y asegurar igualdad de oportunidades en la región.
Durante el panel, Scuro presentó los aportes de la Agenda Regional de Género para alcanzar la igualdad de género y destacó la importancia del Compromiso de Buenos Aires, el cual hace un llamado a transitar hacia un nuevo estilo de desarrollo que priorice la sostenibilidad de la vida y del planeta, y reconoce la necesidad de priorizar la economía del cuidado como una estrategia central para el desarrollo sostenible. “Para alcanzar una justicia social efectiva en nuestra región, es fundamental reconocer el cuidado tanto como una necesidad, como un trabajo y un derecho humano que requiere una acción urgente y una corresponsabilidad social de alto alcance. ”, expresó Scuro, haciendo énfasis en la necesidad de un cambio transformacional hacia un modelo inclusivo y sostenible.
Durante el espacio de trabajo en formato de talleres, en la sesión titulada “Trabajo y Economía del Cuidado: Perspectivas Globales y Regionales”, Scuro analizó la persistente desigualdad de género, la crisis de los cuidados y su repercusión en el desarrollo, un reto amplificado por procesos demográficos como el envejecimiento. Allí destacó la urgencia de establecer políticas de cuidado integrales que respeten los derechos de quienes cuidan y de quienes requieren cuidados, promoviendo así una distribución más justa y habilitando la autonomía económica para las mujeres.
Scuro puntualizó que la crisis de los cuidados demanda una respuesta innovadora, donde el cuidado sea reconocido tanto como derecho y como un trabajo, camino imprescindible para alcanzar la igualdad de género. Datos de la CEPAL muestran que las mujeres en América Latina dedican tres veces más tiempo que los hombres al trabajo no remunerado de cuidados, lo que limita su participación en el mercado laboral y restringe su autonomía económica. “La sociedad del cuidado es, además de una respuesta necesaria, una vía para fortalecer la economía regional”, indicó Scuro.
Además, Scuro resaltó los beneficios económicos de invertir en políticas de cuidado. Destacó también la colaboración entre la CEPAL y la OIT para actualizar la cobertura del Simulador sobre la inversión en políticas de cuidados de la OIT en el cual la CEPAL aporta información estadística y realiza de forma conjunta análisis de brecha con la OIT para diversos países de la región. De acuerdo con esta herramienta, la inversión en cuidados en la región podría generar aproximadamente 32 millones de empleos para 2035 en servicios de cuidado infantil y en cuidados de largo plazo, y estas cifras serían aún mayores si consideramos los efectos indirectos de la inversión. La inversión en políticas de cuidados no solo reduciría la carga de trabajo sobre las mujeres, sino que también impulsaría la economía a través de la creación de empleo y la mejora de la recaudación fiscal.
La participación de la CEPAL en la Academia de Género e Inclusión reafirma su compromiso con el desarrollo inclusivo y con la construcción de una sociedad del cuidado, consolidando redes regionales de cooperación que trabajan en favor de la igualdad de género y la sostenibilidad de la vida en América Latina y el Caribe.