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CEPAL presenta un panorama actual sobre las mipymes de América Latina y el Caribe en Foro de Economía en Cuba

31 de octubre de 2022|Nota informativa

La exposición se realizó en La Habana y estuvo a cargo de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial del organismo regional de Naciones Unidas.

El martes 18 y miércoles 19 de octubre de 2022, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) participó en las dos jornadas del Foro de Economía Cubana: "Panorama de las Mipymes en América Latina: medidas para el fomento, experiencias prácticas y retos", organizado por la Universidad de La Habana (Centro de Estudios de la Economía Cubana y Red de Emprendimiento e Innovación), junto a la Fundación Friedrich Ebert en el Caribe. En la instancia, el organismo regional de Naciones Unidas presentó un panorama regional sobre las mipymes y entregó buenas prácticas para su fomento.

Las dos exposiciones que se realizaron estuvieron a cargo de Felipe Correa, funcionario de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, quien, el primer día del foro, caracterizó los diferentes tipos de empresas, abordó desafíos y el rol clave que tienen las mipymes, y entregó un panorama estadístico sobre su situación en América Latina y el Caribe.

En este marco, Correa explicó que, en distribución del empleo por tamaño de empresa en la región, un 61% del empleo se concentra en microempresas, un 13% en pequeñas, un 8% en medianas, y un 18% en empresas grandes. Mientras que, en productividad laboral relativa a grandes empresas, por tamaño de empresa, las microempresas tienen el 17% de productividad de las grandes, las pequeñas un 38% de productividad relativa, y las medianas un 65%.

En lo relacionado a la informalidad, las microempresas son el tramo que concentra mayor proporción de ocupados informales. En cuanto a la participación de mipymes en el empleo por regiones subnacionales, se informó que para las regiones periféricas la importancia de las mipymes es mayor que para las regiones centrales o capitales, y que por ende la política de fomento a las mipyme debe considerar la dimensión territorial y la descentralización de la política y la institucionalidad de fomento de mipymes.

Para realizar este análisis, se utilizaron registros administrativos (producción y valor agregado), encuestas de hogares y empleo (ocupados formales e informales) y encuestas empresariales (innovación, tecnología, financiamiento, etc.) de los países de América Latina y el Caribe. Al respecto, se enfatizó en la importancia de desarrollar sistemas de información que permitan entender la realidad de las mipymes, en especial la realidad de las mipymes informales y la caracterización socioeconómica de los ocupados informales en estas empresas, como información clave para el diseño de políticas.

En el segundo día del Foro, Correa realizó una presentación sobre las buenas prácticas para el fomento de las mipymes en la región, donde abordó la importancia del rol de la empresa para el desarrollo y se entregaron lineamientos sobre cómo la política de apoyo a las mipymes se inserta a su vez en diversas dimensiones de las políticas de desarrollo productivo, económico y humano, con el objetivo de incrementar la productividad, el bienestar derivado del trabajo y el consumo, y la felicidad auténtica de la población.

También se detalló que para mejorar las políticas de fomento a las mipymes es relevante contar con una estrategia país para el desarrollo productivo, que involucre tanto políticas y acciones a nivel nacional como políticas y acciones a nivel provincial y local. Sobre esto último, es fundamental que el apoyo institucional y en materia de recursos a las mipymes, se realice en torno al enfoque de gobernanza multinivel, en el que participen el nivel nacional, provincial y municipal. Un ejemplo presentado en este sentido es el de las oficinas de enlace que dispongan los gobiernos subnacionales para fomentar el desarrollo económico regional (provincias) y local (municipios).

Finalmente, el funcionario señaló que para avanzar en políticas de fomento a las mipymes es necesario generar legitimidad política y social, y complementar la actual legislación en torno a este sector, con otras formas de empresas de la economía social y solidaria y mecanismos que impulsen mayor comunicación y coordinación formal entre trabajadores y socios.

Al mismo tiempo, es clave que la política de apoyo al sector de las mipymes sea parte de la política de desarrollo productivo, ya que ambas poseen objetivos comunes que deben ser diseñados por diversos entes gubernamentales e institucionales, sobre todo para propiciar una coordinación multinivel y llegar de modo más efectivo a las necesidades y requerimientos de las mipymes, en particular a las microempresas.