Las tecnologías digitales han irrumpido de manera exponencial las sociedades latinoamericanas, modificando actividades y procesos, relaciones sociales y oportunidades de inclusión. Los potenciales beneficios de estas innovaciones son enormes y representan una tremenda oportunidad para el desarrollo, bienestar social y productividad de los países. Sin embargo, junto con entregar oportunidades, las tecnologías digitales pueden agregar fuentes de desigualdad en términos de la capacidad de participar de manera plena de sus beneficios, así como de enfrentar los riesgos asociados.
En América Latina, estos procesos de transformación se generan en un contexto de desigualdad histórica y estructural que definen los diferentes campos de acción y resultados. Las diferencias no impactan solo en los niveles de acceso a la tecnología - que han avanzado con la convergencia de medios y la conectividad móvil- sino también, y muy profundamente, en los saberes y capacidades necesarios para ser parte de los cambios.
Hoy en día esta discusión se hace más urgente frente a los cambios que se han experimentado en el último año en la región y en el mundo. La pandemia del nuevo coronavirus ha obligado a modificar la realización de tareas y de diversas actividades en casa, por lo que se ha intensificado el uso de internet para el trabajo, la educación, la salud y la sociabilización. Los niños, niñas y adolescentes han tenido que pasar un mayor número de horas al día conectados a Internet, y han tenido que desarrollar las habilidades necesarias para poder ser parte de este proceso en este contexto.
El informe “Infancia y adolescencia en la era digital” tiene como objetivo promover la reflexión sobre políticas públicas orientadas a la infancia y la adolescencia en la era digital. Es vital construir estrategias que permitan a las nuevas generaciones participar de manera plena en sus sociedades, aprovechando las oportunidades y disminuyendo los riesgos en las vivencias de la infancia, adolescencia y juventud.
El análisis presentado en el informe se basa principalmente en los resultados de investigación de la Red Kids Online América Latina, en cuatro países: el Brasil, Chile, Costa Rica y el Uruguay. Esta red de investigación tiene su origen en la red Global Kids Online, que se desarrolló originalmente como una iniciativa de colaboración entre la Oficina de Investigación de UNICEF-Innocenti, la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (London School of Economics and Political Science, LSE), y la red EU Kids Online de Europa, con el objetivo de recolectar información a nivel global en relación con los derechos, oportunidades y riesgos de la infancia en la era digital. La CEPAL buscó fortalecer el trabajo de esta red a nivel de América Latina, potenciando el análisis comparativo y la perspectiva regional. En este informe también se contó con el apoyo de UNICEF y UNESCO.