Sofia Rebehy
La evidencia muestra que jugar es esencial para promover el desarrollo de la primera infancia. Sin embargo, en los últimos años, el juego ha perdido tiempo y espacio (Milteer y Ginsburg, 2012; Liu y otros, 2017). La creciente urbanización de las comunidades, la falta de seguridad en los espacios públicos, la conveniente disponibilidad de equipos electrónicos y el consecuente uso excesivo de pantallas, así como los horarios repletos de actividades extraescolares, son algunos de los factores que explican lo que muchos padres y madres dicen: sus hijos e hijas juegan menos que cuando ellos eran niños.
En la educación de la primera infancia, las discusiones sobre la necesidad de un currículo centrado en la preparación para la escuela primaria dejan el juego en segundo plano. Según una investigación realizada en 2019 por Outdoor Classroom Day, un movimiento mundial para incentivar el juego y el aprendizaje al aire libre, educadores de varios países afirman que niñas y niños tienen menos tiempo para jugar, pues se prioriza la enseñanza formal en el aula.
Sin embargo, si la intención es prepararlos para el éxito académico y profesional en las siguientes etapas del ciclo de vida, en los primeros años el foco debiera estar precisamente en el aprendizaje a través del juego. Según la UNESCO (2022), niñas y niños se concentran mejor en el aula después de períodos de juego al aire libre, ya que el aumento del flujo sanguíneo al cerebro ayuda a realizar actividades que involucran funciones ejecutivas, entre ellas, las habilidades cognitivas como la autorregulación y el autocontrol. Así, cuando la curiosidad y la exploración se colocan en el centro del currículo, con la oferta de actividades educativas y lúdicas que orientan el aprendizaje al ritmo de cada niño y niña, la educación es capaz de promover el desarrollo infantil de manera integral, reduciendo desigualdades y rompiendo ciclos intergeneracionales de la pobreza a largo plazo.
En el ámbito familiar, no es raro que las exigencias del trabajo y las tareas domésticas definan el tiempo disponible para jugar con niñas y niños. Mi experiencia en proyectos sociales destinados a mejorar el bienestar social desde la primera infancia a partir del fortalecimiento de prácticas de crianza positiva, deja claro que el éxito a corto plazo que se espera de este tipo de iniciativas, es decir, el cambio de comportamiento de madres, padres y cuidadores, está directamente relacionado con su capacidad para diseñar estrategias y ofrecer actividades acordes a su realidad diaria. El proyecto debe ofrecer apoyo frente a la sobrecarga de los tiempos modernos, especialmente de la madre, y no aparecer como un cúmulo más de exigencias y obligaciones. De ese modo, es posible fomentar la transformación de actividades cotidianas, como la hora del baño o la espera en la parada del autobús, en momentos lúdicos, haciendo la rutina de cuidados más ligera y divertida para todos. ¿Y por qué no incluir al niño o niñas en la realización de actividades en la casa, convirtiendo momentos como cocinar y limpiar en un juego?
Jugar es tan esencial que incluso está garantizado por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (1989). Los niños, curiosos y exploradores por naturaleza, encuentran en el juego su forma más auténtica de expresión. ¡Que jueguen y juguemos nosotros también!
Bibliografía
Liu, C. y otros (2017), Neuroscience and learning through play: a review of the evidence (research summary). The LEGO Foundation, DK. Disponible [en línea] https://www.researchgate.net/publication/325171628_Neuroscience_and_learning_through_play_a_review_of_the_evidence.
Milteer, R. M. y K.R. Ginsburg (2012), “Council on Communications and Media, & Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health. The importance of play in promoting healthy child development and maintaining strong parent-child bond: Focus on children in poverty”, Pediatrics, 129, e204–e213. Disponible [en línea] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22201149/
Outdoor Classroom Day, 2019. Playtime matters. Disponible [en línea] https://outdoorclassroomday.com/wp-content/uploads/2019/04/Outdoor-Classroom-Day-Playtime-matters-report-May-2019.pdf.
UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) (2022), Time to go out and play. Disponible [en línea] https://courier.unesco.org/en/articles/time-go-out-and-play.
Sofia Rebehy es Maestra en Estudios del Desarrollo en el Institut d'études du développement de la Sorbonne (IEDES), Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne y trabaja en proyectos de promoción del desarrollo infantil en el Brasil.