La ratificación por parte de todos los Estados miembros de la OEA es necesaria y fundamental. Así como también lo es la obligación de difundir internamente, tanto para organismos especializados como para la sociedad civil la importancia de la existencia de un tratado que coloque su foco en el reconocimiento de las desigualdades y la discriminación sufrida por las personas mayores.
Argentina es uno de los seis Estados que han ratificado la Convención y, en la actualidad la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores (DINAPAM) está realizando tareas de difusión y accesibilidad de este instrumento internacional, ya sea entre la población objetivo como entre distintas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Iniciativas como éstas permiten la toma de conciencia inicial para reconocer la igualdad y el disfrute de los derechos humanos por parte de la población adulta mayor.
Argentina se encuentra en la actualidad en una etapa de envejecimiento moderadamente avanzada, los países de la región que se ubican en esta etapa tienen entre 46 y 62 personas de 60 años y más por cada cien jóvenes menores de 15 años. Es necesario destacar el perfil urbano que tiene la población envejecida de la Argentina, pues la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene la densidad de población adulta mayor más elevada de todo el territorio, alcanzando el 21.1% del total. Hacia 2050 las proyecciones indican que el porcentaje de personas mayores será de 20% del total de la población, lo que llevará entre otras cosas que hacia el 2037 la Argentina se convierta en una economía envejecida, a la par que otros países de América latina.
Junto con este incremento de la población adulta mayor hay algunos desafíos sobre los cuales se debe actuar desde ya, y la Convención Interamericana es útil para mostrar la necesidad de reconocer que la edad de la vejez no debe ser un motivo de discriminación o de segregación social.
En esta dirección la DINAPAM está desarrollando diferentes acciones tales como campañas de capacitación que son fundamentales para el momento de crear y difundir la cultura de derechos humanos y para el proceso de implementación de la Convención.
El Programa Nacional de Inclusión Digital y Acceso a Nuevas Tecnologías, es una iniciativa que busca el acercamiento de las personas mayores a las llamadas TICs. Para ello capacita a las personas mayores en el uso de las computadoras y el acceso a internet. Esto permite la alfabetización digital y, por ende, la no exclusión de la población adulta mayor, reduciendo desigualdades que la brecha digital puede ocasionar entre generaciones.
Dicha capacitación es incluyente y va más allá de las personas mayores. Los mismos capacitadores deben tener conocimientos de gerontología y educación especializada. Deben cursar talleres antes de brindar el programa, lo que permite disponer de herramientas pedagógicas específicas, derribando mitos y prejuicios sobre el envejecimiento. Este programa facilita el acceso a la educación durante toda la vida como derecho, y reconoce el derecho a la información y a la participación.
La capacitación se ha conformado en la Argentina en un elemento fundamental a la hora de implementar la Convención y de esta surgen iniciativas como las Jornadas de Capacitación sobre el “Sistema progresivo de Atención basado en la Protección de Derechos de las Personas Mayores”. Estas instancias están destinadas a los responsables de las áreas de personas mayores en las diferentes provincias y municipios de la República, y en las cuales se busca diseñar distintos modelos de atención que den respuesta a las problemáticas encontradas por medio de la evaluación de las necesidades de esta población.
Otros programas de capacitación en Argentina que permiten visibilizar y empoderar a la población envejecida son la “Promoción del Buen Trato hacia Personas Mayores” y “Creando Red”. El primero se encarga, además de capacitar y formar a personas que se dedican a trabajar con personas mayores, de realizar actividades recreativas que admitan la interacción de estas con el resto de la sociedad. El programa “Creando Red” diseñado por la Fundación Navarro Viola cuenta con la colaboración de distintos organismos e instituciones como la DINAPAM. Esta iniciativa también está destinada a incentivar la participación de las personas mayores en espacios culturales permitiéndoles actuar y participar de iniciativas que involucren esferas como son los museos y la interacción con sus áreas culturales.
Todas estas acciones están vinculadas como una herramienta para reducir las desigualdades sufridas por las personas mayores por medio de su visibilización y sensibilización de la población en general, junto a las personas mayores en el ejercicio pleno de sus derechos, reconociendo sus posibilidades físicas y emocionales.
La “Campaña Nacional del Buen Trato hacia las Personas Mayores” es lanzada el Día Internacional de la Toma de Conciencia, el Abuso y Maltrato a la Vejez los días 15 de junio de cada año y su lema es definido en una consulta abierta al Consejo de Mayores, donde los grupos organizados deciden las maneras de sensibilizar a la comunidad sobre el buen trato, combatiendo prejuicios y estereotipos que la sociedad argentina tiene hacia la población envejecida.
Otra medida importante de difusión entre las actividades realizadas por el DINAPAM es la impresión y divulgación de la Convención, en espacios como el Registro Nacional de Cuidadores Domiciliarios, e inclusive su impresión en el Sistema Braille. Esto ha permitido que tanto la sociedad civil, como instituciones gubernamentales y no gubernamentales conozcan y se informen sobre el carácter vinculante que tiene para el Estado Argentino.
Las iniciativas desarrolladas por la DINAPAM son parte fundamental del proceso de implementación de la Convención Interamericana. La divulgación y la visibilidad son esenciales para que estos instrumentos internacionales permitan crear mecanismos que garanticen el efectivo cumplimiento de los derechos humanos de las personas mayores.