Nota informativa
El acceso de los países a las grandes bases de datos públicas y privadas generadas por la revolución digital es un instrumento indispensable para afianzar la resiliencia climática, desarrollar sistemas de alertas tempranas y medidas de respuesta rápida, que permitan salvar vidas humanas y evitar pérdidas económicas en regiones tan vulnerables como la nuestra, afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Durante su presentación en el evento de alto nivel “El aprovechamiento de la revolución de los datos para la resiliencia climática” (Harnessing the Data Revolution for Climate Resilience), que se realizó en paralelo al 71 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, Bárcena reparó en la creciente y vital importancia del acceso a las nuevas fuentes de información y de datos en formatos que faciliten la toma de decisión, principalmente en regiones vulnerables al cambio climático y los desastres naturales.
En el encuentro, organizado por la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, el Departamento de Estados de los Estados Unidos y el World Resources Institute, la máxima representante del organismo regional recordó que, paradójicamente, América Latina y el Caribe experimenta una creciente vulnerabilidad a los desastres climáticos y naturales, sin embargo, aporta tan sólo el 9% de las emisiones del mundo.
“Comenzando en 1972 con el terremoto de Managua hasta 2010, la CEPAL coordinó 88 reportes de estimaciones de los efectos e impactos económicos, sociales y ambientales de desastres en 28 países de la región: 71 desastres climatológicos, 13 desastres geofísicos, 2 biológicos y 2 mixtos”, precisó la alta representante de las Naciones Unidas.
Añadió que “entre 1972 y 2014, la región sufrió un total de 2.219 eventos que causaron 520.000 fallecidos y afectaron a alrededor de 230 millones de personas”. Respecto al impacto económico, señaló, “los costos de todos estos acontecimientos en los países de América Latina y el Caribe para el período 1970-2014 fueron de aproximadamente 350.000 millones de dólares de 2014”.
“Cuántas vidas humanas, cuántas pérdidas económicas se habrían evitado si tuviéramos acceso a toda la información recopilada en más de cuatro décadas”, cuestionó Bárcena.
Durante su intervención, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL llamó a poner las grandes bases de datos al servicio del interés público, velando por aspectos claves como la privacidad, para así avanzar hacia un gran impulso ambiental que demanda la Agenda 2030. La CEPAL ha acumulado un gran acervo de datos e información directamente relacionadas con el cambio climático, como el impacto sobre zonas costeras, la actividad portuaria y el impacto en ecosistemas terrestres y marinos, accesibles en forma abierta.
“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos impulsan a cambiar el actual estilo de desarrollo. La inversión, las políticas fiscales, la infraestructura, todo, debe ir alineado con un gran impulso ambiental”, enfatizó.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL recordó que, según el informe Estado de la banda ancha 2016, presentado por la organización a mediados de septiembre en Costa Rica, en el año 2015 el 43,4% del total de los hogares de la región estaban conectados a Internet aunque persisten problemas relacionados con la calidad y la equidad en el acceso a Internet.
Finalmente, Bárcena aseveró que “estamos en la época de la digitalización que requiere cambiar la conversación entre sectores públicos y privados en alianza con la sociedad civil para que la economía digital, los grandes datos, imágenes satelitales y georeferenciación sean un conjunto de instrumentos al servicio de políticas y estrategias de desarrollo sostenible y al cierre de brechas de igualdad en acceso a la información”.