Nota informativa
La implementación de la Agenda 2030 en la región puede abrir el camino para transitar hacia una economía basada en el conocimiento que promueva la innovación, eleve la productividad, genere empleo de calidad y permita reducir la desigualdad, manifestó hoy la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, durante una conferencia magistral en Ciudad de México.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas realizó una presentación titulada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional de México, en vísperas de la primera reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que tendrá lugar en la capital mexicana del 26 al 28 de abril.
Esta conferencia da inicio a las celebraciones por el 65 aniversario de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional de México, considerado una de las instituciones públicas educativas más importantes del país y que fue fundado en 1936 por el entonces Presidente Lázaro Cárdenas del Río con el fin de impulsar la formación de técnicos y profesionales que contribuyeran al desarrollo de esa nación.
En su intervención, Alicia Bárcena explicó que la Agenda 2030, adoptada en 2015 en el seno de las Naciones Unidas, es la respuesta de la comunidad internacional ante los desequilibrios globales, entre los que destacan la tasa declinante de crecimiento de la producción y del comercio, el desacople entre el sistema financiero y la economía real, la elevada desigualdad y el deterioro ambiental.
A estos factores se suma un contexto externo incierto y complejo, con cambios geopolíticos, tendencias proteccionistas, tensiones en el mundo del trabajo, intensos flujos migratorios y el advenimiento de la cuarta revolución industrial, apuntó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. Junto a ello, América Latina y el Caribe enfrenta desafíos coyunturales y estructurales propios, añadió Bárcena.
Según detalló, la región adolece de una brecha de productividad persistente que pone en peligro los logros sociales en el largo plazo y es además un motor que retroalimenta la desigualdad, ya que el empleo se concentra en sectores de baja productividad y, por tanto, de reducidos salarios. La escasa innovación y avances tecnológicos lastran también el potencial de crecimiento de los países latinoamericanos y caribeños, indicó.
Con un pobre desempeño exportador en el último quinquenio y una proyección de crecimiento de la economía regional del 1,1% calculada por la CEPAL para 2017, la implementación de la Agenda 2030 exigirá en los próximos años movilizar recursos públicos aumentando la carga tributaria (en 2015 el promedio en América Latina y el Caribe fue de 22,8% del PIB), cambiando la estructura de esta y reduciendo la evasión (estimada en 6,7% del PIB regional), subrayó la máxima representante del organismo regional.
Asimismo, Alicia Bárcena destacó que el surgimiento y desarrollo de la economía basada en el conocimiento y de la revolución tecnológica constituyen una oportunidad para poner en marcha el gran impulso ambiental que la CEPAL propone como vía para implementar la Agenda 2030 en la región, mediante inversiones en sectores intensivos en conocimiento que contribuyan a reducir las emisiones de carbono y que generen empleos de calidad.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL agregó que para implementar la Agenda 2030 se requiere fortalecer la cooperación multilateral y la integración regional a través de espacios como el Foro de los Países de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible, mecanismo regional para el seguimiento de la implementación de la Agenda 2030, cuya primera reunión arrancará este miércoles.
Al término de la conferencia magistral, la máxima representante de la CEPAL y el Secretario de Extensión e Integración Social del Instituto Politécnico Nacional, Francisco José Plata, suscribieron un convenio de cooperación entre ambas instituciones, con una vigencia de tres años, para llevar a cabo iniciativas conjuntas en el ámbito académico, científico y cultural.