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Este año la observancia del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino llega en un momento en que la seguridad y la esperanza se encuentran en un punto bajo.
Se ha producido una oleada de violencia que ha incluido atroces atentados, apuñalamientos, tiroteos y ataques con vehículos, y ha causado un inmenso sufrimiento a las familias tanto israelíes como palestinas. Condeno tales ataques y todos los actos de violencia. Han proseguido las actividades ilegales de asentamiento y la violencia vinculada a los colonos, junto con los derribos punitivos de viviendas y estructuras de propiedad palestina.
Las tensiones relacionadas con los lugares sagrados de la Ciudad Vieja de Jerusalén han introducido una inquietante y peligrosa dimensión religiosa en el conflicto. Durante la visita que efectué a la región el mes pasado destaqué la necesidad de preservar el statu quo en la Explanada de las Mezquitas (Al-Haram Ash-Sharif)/
Monte del Templo, en consonancia con los acuerdos concertados por Israel y Jordania y respetando la función especial de Su Majestad el Rey de Jordania, en cuanto Custodio. Acojo favorablemente las seguridades que ha dado repetidamente el Primer Ministro de Israel, Sr. Benjamin Netanyahu, en el sentido de que Israel no tiene intención de cambiar el statu quo; es preciso que este compromiso vaya acompañado de acciones que distiendan la situación y restablezcan la confianza.
Es crucial que los dirigentes de ambos lados desempeñen un papel constructivo con miras a resolver el conflicto. Ambos lados deben rechazar la incitación y las declaraciones públicas que enardezcan los ánimos.
Aun reconociendo los problemas de seguridad a que se enfrenta Israel, recuerdo a las autoridades israelíes que el uso de la fuerza, si no se mide debidamente, alimenta la ira y la frustración. Insto a los servicios de seguridad de Israel a que actúen con la máxima moderación, espacialmente en el uso de la fuerza letal.
Los palestinos se sienten profundamente frustrados por una ocupación que ya dura casi 50 años. Los israelíes abrigan serios temores por su seguridad. La inexistencia de un horizonte político para lograr la solución biestatal entraña el riesgo de que situación escape a todo control.
La comunidad internacional puede y debe desempeñar una función mayor a fin de salir del estancamiento. El Cuarteto para el Proceso de Paz del Oriente Medio prosigue las gestiones con el objetivo de preservar la viabilidad del Estado Palestino y establecer las condiciones que permitan reanudar unas negociaciones provechosas.
El 29 de noviembre de 2012 el Estado de Palestina entró a formar parte de las Naciones Unidas en calidad de “Estado observador no miembro”. Hoy 136 países reconocen el Estado de Palestina y su bandera ondea en las Naciones Unidas junto a la de los Estados Miembros. No obstante, los niños de Gaza o los habitantes de Naplusa, Hebrón y Jerusalén Oriental no perciben estos avances, y han perdido la esperanza de que su vida mejore y pasen a ser ciudadanos de un Estado que pueda asegurar su libertad y bienestar gracias a la paz con los países vecinos.
En este Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino reafirmemos nuestro compromiso con la consecución de la paz justa que merecen los pueblos de Israel y Palestina.