Nota informativa
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En todo el mundo, los conflictos han forzado a un número récord de personas a huir de sus hogares. Más de 50 millones de personas se encuentran desplazadas en la actualidad a causa de las guerras y la violencia, 33,3 millones en su propio país y 16,7 millones como refugiados, principalmente en países vecinos. Tan solo en el último año, más de 10 millones de personas se sumaron a la lista de desplazados; eso quiere decir que cada 15 minutos una familia se vio forzada a huir.
El conflicto en la República Árabe Siria es una de las principales razones de ese extraordinario aumento. No obstante, no hay que olvidar que también un gran número de personas quedaron desplazadas en Malí, como consecuencia de los nuevos enfrentamientos, y en la República Sudafricana y Sudán del Sur.
Por otro lado, muchos de los conflictos de larga data siguen sin resolverse, lo que significa que pocas personas han podido regresar a sus hogares. Cientos de miles de ciudadanos del Afganistán, Colombia, Myanmar, la República Democrática del Congo, Somalia y el Sudán siguen viviendo en el exilio, muchos de ellos desde hace años o décadas y algunos incluso desde hace generaciones.
La mayoría de los refugiados de todo el mundo (86%) viven en el mundo en desarrollo, frente al 70% hace tan solo 10 años. Muchos de esos países han mantenido sus puertas abiertas a las personas que buscan seguridad y han demostrado una generosidad que supera con mucho sus posibilidades. Hago un llamamiento a todos los Estados Miembros y a nuestros asociados en la sociedad civil para que hagan todo lo posible por apoyar a las naciones y comunidades que han acogido en su seno a las personas desplazadas por la fuerza.
El creciente número de desplazados es un crudo recordatorio de la incapacidad de la comunidad internacional para superar sus divisiones y prevenir y poner fin a los conflictos. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y sus asociados siguen proporcionando asistencia vital, como servicios de abastecimiento de agua y saneamiento, alimentación, vivienda, educación y protección. Sin embargo, la respuesta humanitaria por sí sola no es suficiente; se necesitan urgentemente soluciones políticas.
En este 20 de junio, Día Mundial de los Refugiados, rendimos homenaje a la fortaleza y resiliencia de los más de 50 millones de personas de todo el mundo que se han visto obligadas a huir a causa de las guerras, las persecuciones y los abusos de los derechos humanos. Aprovechemos la ocasión para renovar nuestro compromiso de poner fin a los conflictos armados y ayudar a las personas que han tenido de abandonar sus hogares. No podemos permitir que ni una sola familia se vea desgarrada por la guerra.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas