Nota informativa
La observancia anual del Día de Solidaridad nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la crítica situación que afronta el pueblo palestino y sobre nuestras contribuciones y responsabilidades colectivas como gobiernos, organizaciones internacionales u organizaciones de la sociedad civil en aras de la paz entre israelíes y palestinos.
Este año, el Día Internacional llega en un momento en que los negociadores israelíes y palestinos se afanan por avanzar juntos hacia el objetivo convenido de lograr una solución pacífica y general a todas las cuestiones relativas al estatuto permanente. Exhorto a la comunidad internacional a que apoye a las partes en este ambicioso intento de hacer realidad la solución biestatal y poner fin al conflicto. Todas las partes deben actuar de manera responsable y abstenerse de tomar medidas que hagan peligrar las perspectivas de que prosperen las negociaciones.
Me produce gran inquietud que la situación sobre el terreno sea cada vez más peligrosa. Ha habido una escalada de violencia e incitación. Si bien celebro que Israel haya puesto en libertad a prisioneros como parte del acuerdo para reanudar las conversaciones, el hecho de que prosiga con sus actividades de asentamiento en el Territorio Palestino Ocupado sigue siendo motivo de suma preocupación. El anuncio de la construcción de miles de nuevas viviendas es incompatible con el objetivo de lograr una solución biestatal y comporta el riesgo de hacer fracasar las negociaciones. Los asentamientos contravienen el derecho internacional y constituyen un obstáculo para la paz. Deben cesar todas las actividades de asentamiento en la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental. La comunidad internacional no reconocerá medida alguna que prejuzgue las cuestiones relativas al estatuto definitivo.
Entretanto, la demolición de viviendas en la Zona C de la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental sigue obligando a desplazarse a muchos palestinos. Suscitan especial preocupación las noticias que llegan de Jerusalén Oriental, donde en lo que va del año se han demolido unas 100 estructuras, lo que ha causado el desplazamiento de 300 personas. Cientos de palestinos más corren el riesgo de verse en la misma situación porque sus casas fueron construidas sin permisos de obra emitidos por Israel. Esta circunstancia pone de relieve la importancia de que los palestinos tengan acceso a un régimen justo de planificación y zonificación. Quisiera recordar a Israel su obligación de proteger a la población sometida a ocupación.
La situación en Gaza sigue siendo motivo de honda preocupación. Reitero mi condena de todo lanzamiento de cohetes contra Israel, así como de la construcción de túneles de acceso a Israel por militantes. A raíz del descubrimiento de un túnel recientemente, Israel suspendió la entrada de material de construcción en Gaza, incluido el destinado a proyectos humanitarios. Si bien reconozco las legítimas preocupaciones de seguridad de Israel, lo insto de todos modos a que se asegure de que se atiendan las necesidades de la población civil de Gaza.
El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS), imprescindible para la supervivencia de millones de palestinos en Gaza, la Ribera Occidental y la región, sigue afrontando enormes dificultades financieras. Exhorto a todos los donantes, y a quienes aún no lo son, a que hagan contribuciones o aumenten las que ya hacen para poder mantener las vitales e indispensables operaciones del OOPS.
La unidad palestina basada en los compromisos de la Organización de Liberación de Palestina y los principios de la Iniciativa de Paz Árabe es esencial para que prospere la solución biestatal. Insto a los palestinos a que superen sus divisiones cuanto antes en aras de la unidad.
El objetivo sigue siendo inequívoco: poner fin a la ocupación que comenzó en 1967 y crear un Estado de Palestina soberano, independiente y viable basado en las fronteras de 1967 que coexista en paz con un Estado de Israel seguro. Las negociaciones deberán culminar también en la designación de Jerusalén como la capital de los dos Estados, con disposiciones sobre los santos lugares que sean aceptables para todos. Debe pactarse una solución a la situación de los millones de refugiados palestinos que viven en toda la región.
El pasado mes de septiembre se cumplió el 20º aniversario de los Acuerdos de Oslo. Tras dos décadas de negociaciones y demasiados pasos atrás sobre el terreno, insto a los dirigentes palestinos e israelíes a que adopten decisiones que favorezcan una solución política a este terrible conflicto que se viene prolongando desde hace mucho tiempo. Las Naciones Unidas están más que dispuestas a contribuir a este proceso y a la solución biestatal mediante el diálogo con todos los asociados pertinentes, en el seno del Cuarteto y en otros foros.
No podemos permitirnos desperdiciar la oportunidad de que disponemos. Pido a toda la comunidad internacional que aúne esfuerzos para que la solidaridad manifestada en esta ocasión se traduzca en actos positivos que contribuyan a la paz y la justicia.
Ban Ki-moon
Secretario General
Naciones Unidas