Briefing note
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, enfatizó hoy que la región necesita una mayor coordinación y articulación entre los países y los proyectos para trazar su propio camino para poner fin a la pandemia mediante el desarrollo y producción de vacunas, durante un seminario virtual sobre los desafíos, necesidades y oportunidades de la vacunación contra el COVID-19.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas señaló que la región debe fortalecer sus capacidades para desarrollar y producir sus propias vacunas contra el COVID-19, tal como lo están demostrando Argentina, Cuba, Brasil y México, países que han desarrollado vacunas propias que están en fases de ensayos clínicos. En ese sentido, informó que a pedido de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), la CEPAL está desarrollando un Plan de Autosuficiencia Sanitaria, una hoja de ruta pragmática para identificar las capacidades existentes para producir vacunas en la región y acelerar el desarrollo de capacidades productivas y de distribución.
Este plan ya está avanzado en 5 líneas de acción: Un mecanismo regional de compra de vacunas; la creación de consorcios para acelerar el desarrollo de vacunas; plataformas de ensayos clínicos; acceso a la propiedad intelectual; y un inventario de capacidades regionales.
“Estamos viviendo en un mundo con islas de inmunidad, en un mundo profundamente fragmentado. Se han profundizado las asimetrías por lo menos en tres frentes: el acceso a vacunas, el financiamiento para el desarrollo y el cambio climático. Esto nos parece gravísimo. Las asimetrías son hoy día mucho más profundas entre el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo”, declaró, y agregó que mientras el porcentaje de la población con esquema completo de vacunación en Estados Unidos y Canadá es 49,3% y 44,6% en la Unión Europea, en América Latina y el Caribe solo el 16,8% de la población se ha vacunado por completo (al 22 de julio).
Recordó que América Latina y el Caribe representa el 8,4% de la población mundial, pero el 21% de los contagios y 32,5% de la mortalidad. En términos socioeconómicos esta ha sido una de las regiones más golpeadas, con una caída del PIB de 6,8% en 2020. Explicó que si bien es cierto que en 2021 la región se recuperará en 5,2% y el 2022 posiblemente en 2,9%, este crecimiento no será suficiente para recuperar ni el nivel del producto de 2019 en la mayoría de los países, ni el nivel del empleo, especialmente en el caso de las mujeres.
“Hay una urgencia de contar con un enfoque regional. América Latina y el Caribe tiene capacidades, produce medicamentos genéricos con gran eficacia. El problema es que el desarrollo tecnológico de nuestra región se ha estancado. Hay ausencia de una base empresarial tecnológica que frustra el escalamiento productivo que sí se observa en países desarrollados”, declaró Bárcena.
Remarcó que un enfoque regional para la acción conjunta requiere articular los esfuerzos importantes en curso en el desarrollo de tecnología y de productos; la manufactura; y las compras, entrega y acceso universal a través del levantamiento de información y la convocatoria de los actores clave a los niveles regional, subregional y nacional.
“La región tiene que caminar hacia una mayor autosuficiencia de vacunas y medicamentos y prepararse para futuras pandemias, con mecanismos regionales y subregionales, con una visión pragmática de la integración regional, esto complementado por supuesto con el acceso universal a la salud primaria”, agregó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
“Debemos garantizar el acceso equitativo a vacunas y resaltar la importancia de la solidaridad global. Tenemos que insistir para que el sistema multilateral funcione. Países con excedentes, como Estados Unidos y Canadá, deberían priorizar por el hemisferio”, indicó.
Finalmente, Alicia Bárcena llamó a fortalecer el vínculo interagencial y propuso la creación de un comité de todas las agencias de las Naciones Unidas que están trabajando en este tema, para apoyar a los países en su camino hacia la autosuficiencia sanitaria. “Por ejemplo, en la CEPAL ya estamos trabajando con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) para analizar la doble inseguridad alimentaria: la malnutrición y la desnutrición. La región ha perdido 25 años de avances, tenemos 41% de las personas en inseguridad alimentaria moderada o grave, 9% en situación de hambre, que equivale a 60 millones de personas”, señaló.
La reunión organizada por la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe de la UNESCO, con sede en Montevideo, fue moderada por su Directora, Lidia Brito, y contó también con la participación de Marcela Vélez, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y consultora de UNESCO; Gabriela Ramos, Directora General Adjunta Ciencias Sociales y Humanas de UNESCO; y Soledad García, Relatora Derechos Económicos, Sociales, Sociales y Culturales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).