Briefing note
La cooperación entre pares, horizontal y triangular, permite identificar brechas y desafíos en común, intercambiar ideas, experiencias y buenas prácticas para generar una agenda de política pública nacional e internacional que esté a la altura de los cambios necesarios que impulsen el desarrollo sostenible a lo largo de la región, afirmaron hoy expertos durante un seminario realizado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en Santiago, Chile.
El seminario Intercambio de experiencias y fortalecimiento de capacidades humanas e institucionales, la cooperación sur-sur entre México y Chile en biodiversidad, fue inaugurado por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, quien lo calificó como “un encuentro histórico con visión de futuro”.
En la inauguración participaron el Embajador de México en Chile, Rubén Beltrán y el Subsecretario de Medio Ambiente de Chile, Jorge Canals. Intervinieron también la Senadora Isabel Allende, integrante de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales del Senado de Chile, y el académico Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas de Chile (2010) y Premio México en Ciencia y Tecnología (2012).
En su discurso inaugural, Alicia Bárcena recordó que la CEPAL plantea un estilo de desarrollo que comparta los motores del crecimiento y la inversión pero sobre la base del Gran Impulso Ambiental.
“En la CEPAL estamos trabajando en cuál es el tipo de industrialización que América Latina y el Caribe necesita para crecer, generar empleo, sin seguir en la dinámica extractiva que la caracteriza”.
“El mundo entero está entrando en una gran crisis de crecimiento, de comercio, de desigualdad. Este es el momento para plantear una nueva alternativa”, señaló la alta funcionaria de Naciones Unidas.
“Tenemos que irnos al corazón de la economía”, agregó, “y ver cómo jalamos una visión económica tradicional y nos vamos a una que también contemple crecimiento, elimine la pobreza y otorgue más empleo pero de diferentes tipos y en eso la tecnología nos tiene que ayudar”, señaló.
La máxima representante de la CEPAL instó a que el organismo regional se convierta en un instrumento de política pública con la ayuda de los países, capaz de propiciar la convergencia con miras a la construcción de una respuesta integral para el desarrollo sostenible.
Finalmente, Alicia Bárcena instó a los participantes del seminario a construir una propuesta que sirva de base para presentar a los países de la Alianza del Pacífico, que integran Chile, Colombia, México y Perú.
El Embajador de México en Chile, en tanto, advirtió que el daño provocado al medioambiente “implica que todos estemos en vigilia permanente”.
El diplomático manifestó también su confianza en que “estemos en los albores de un nuevo paradigma”.
El Subsecretario del Medio Ambiente de Chile, por su parte, coincidió en que los países de la región deben avanzar hacia una alternativa de desarrollo “porque nuestro modelo, que es principalmente extractivista, no es sostenible”.
Agregó que el seminario inaugurado hoy “permite pensar un modelo de desarrollo alternativo”.
En la apertura de los trabajos del seminario, la académica mexicana Julia Carabias, exSecretaria de Medio Ambiente de México, dictó una conferencia magistral titulada ‘La experiencia de México en la formación de instituciones para la integración de la biodiversidad al desarrollo: 25 años de trabajo sostenido’.
Durante su intervención, Carabias destacó que el cumplimiento de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible obliga a planear con un enfoque integral comprendiendo las interacciones entre las dimensiones económica, social y territorial con la sustentabilidad ambiental.
Recordó que América Latina y el Caribe, en sus 20 millones de km² contiene todos los tipos de ecosistemas del mundo y la mayor biodiversidad. Sin embargo, expresó, “el desarrollo no lo hemos basado en nuestra biodiversidad ni tampoco en las culturas milenarias de la región”.
Carabias recordó que, a pesar de su riqueza natural, en la región existen 160 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza, por lo que es imperativo alcanzar un crecimiento económico sostenido y sustentable, que contribuya a la reducción de la pobreza y mejore la calidad de vida.
Para ello, añadió, es requisito ineludible la prevención y reversión de los procesos de deterioro ambiental, que mantenga la funcionalidad de los ecosistemas, así como el manejo sustentable y diversificado del capital natural que genere producción, riqueza, empleos y nuevos ingresos.
“Es necesario transitar hacia una nueva generación de políticas, instituciones y mecanismos de gestión que respondan a los retos globales ambientales y sociales del siglo XXI”, señaló la experta.