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Entre 2002 y 2011 transcurrieron 10 años de un variado comportamiento económico que tuvo como correlato un desempeño muy sensible del sector marítimo. El mundo pasó de una profunda crisis a inicios de la década a una etapa de expansión que duró hasta el 2008, aunque ya a esta altura venía avisando a gritos que seguía una nueva etapa depresiva. Ella se evidenció con profundas caídas de los agregados macroeconómicos en 2009. Posteriormente, y a pesar de las buenas cifras que mostró el 2010, le siguieron dos años de retracción de las tasas de expansión Efectivamente, en 2002 comenzaba la economía a salir de una crisis profunda y entre 2003 y 2007 la expansión fue grande. Desde la mitad de 2008 y especialmente en 2009 otra profunda crisis castigó a la economía de los países con economías más maduras, lo que obviamente afectó también a las demás. Posteriormente, a los buenos resultados del 2010 le siguieron un 2011 y un 2012 en los que si bien se mantiene la expansión, esta ha ido perdiendo dinamismo. La economía mundial está hoy en una encrucijada para resolver o no la crisis que la abate desde 2009. En el ínterin, el sector marítimo siguió la secuencia con altibajos notables, adonde una vez más se volvió a exhibir el ciclo marítimo con fuerza. Es por tales motivos que -una vez más- se hace necesario conocer los fundamentos de su desempeño para avanzar de cara hacia el futuro. El presente estudio parte siempre de la perspectiva de los mercados globales, pues estos resultan de alto interés para analizar el marco en el que se desenvuelven América Latina y el Caribe. Ello se debe a que el del mercado marítimo y los puertos, y crecientemente los servicios logísticos, se desempeñan en un único mercado global para un conjunto determinante de variables (flota, servicios de transporte, determinación de precios, etc.) dentro del cual los servicios a nivel regional reflejan el comportamiento global adicionando las realidades particulares de cada una de las regiones. Lo mismo es válido al interior de una región, siendo evidente que la realidad de los servicios en el Caribe, por ejemplo, difieren en su funcionamiento con respecto a los de América Central o del Sur, a pesar de su proximidad. Más aún, tampoco funcionan de la misma manera los servicios destinados a las islas pequeñas que a otras que atienden los trasbordos a mercados más grandes. En consecuencia, es necesario comprender el funcionamiento de los mercados en el nivel global, para después analizar las realidades regionales.
La organización del estudio es la siguiente: en el Capítulo 1 se revisa la evolución de la economía y el comercio marítimo en los últimos años, y presenta algunos datos sobre la actividad portuaria en la región (contenedores). En el Capítulo 2 se analizan la oferta y demanda de transporte marítimo, mientras que en el Capítulo 3 se abordan los efectos de los ajustes y desajustes en el mercado del shipping, que al autor le recuerdan el mito del orbis rix. Posteriormente se presentan temas de discusión emergentes de los capítulos previos. El documento incluye también un Anexo con información adicional que puede ser de interés de los lectores.
Este trabajo fue elaborado por Ricardo J. Sánchez, Oficial Senior de Asuntos Económicos y Jefe de la Unidad de Servicios de Infraestructura, DRNI, CEPAL.