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Un segundo encuentro del ciclo “Comunidades de Práctica para el desarrollo productivo y la innovación con un enfoque subnacional” se llevó a cabo este jueves 3 de marzo. El taller forma parte del proyecto de desarrollo productivo y territorial de la Facilidad para el Desarrollo en Transición, que coordina la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) con el apoyo y financiamiento de la Unión Europea.
En esta instancia, que contó con la participación de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Argentina (SEPYME), la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo de Chile (SUBDERE), el Departamento Nacional de Planeación de Colombia, y más de noventa profesionales de gobiernos nacionales y subnacionales de estos tres países, se conversó sobre la identificación de prioridades de las estrategias de desarrollo productivo territorial, a partir de experiencias concretas de priorización desarrolladas en estos países, así como también en Europa.
El inicio del espacio estuvo marcado por la presentación del oficial de asuntos económicos de la CEPAL, Marco Dini, quien se refirió en líneas generales a la importancia de seleccionar prioridades, eligiendo objetivos estratégicos a mediano y largo plazo, mediante una acción participativa que permita alcanzar el consenso alrededor de las metas escogidas. En este contexto, destacó la importancia de la priorización para facilitar la coordinación de los actores del territorio y focalizar el uso de recursos escasos hacia un número limitado de objetivos de desarrollo productivo. Por último, se refirió a la importancia de que la priorización no sea percibida como exclusión al momento de definir y ordenar prioridades de los actores locales.
Durante el taller se presentaron dos casos de identificación de prioridades de estrategias y políticas de desarrollo productivo. El primero lo expuso Cristina Gonzalo de Luis, técnico asesora del Comisionado para la Ciencia y la Tecnología de Castilla y León (España), quien se refirió a la estrategia de especialización inteligente de esta región. Al respecto, comentó que el concepto de priorización lo han venido trabajando hace varios años, actualizándolo e incluyéndolo en nuevas estrategias que, actualmente, tienen como foco central la continuidad del proceso participativo de descubrimiento emprendedor en el desarrollo de las prioridades de especialización.
En este sentido, Cristina Gonzalo explicó que, en esta estrategia, denominada también RIS3, la priorización tiene tres premisas importantes: la participación, el sentido de la propiedad, es decir que todos los actores la asuman como propia, y el requisito formal de incluir al descubrimiento emprendedor durante la ejecución de la estrategia. De igual modo, se precisó que en el enfoque metodológico utilizado por esta estrategia de especialización inteligente el proceso de priorización se inserta en un conjunto de acciones que contempla además un análisis socioeconómico inicial, el establecimiento de un proceso participativo de gobernanza, la elaboración de visiones de futuro, la puesta en marcha de políticas y medidas de apoyo y la formulación de indicadores para el seguimiento y la evaluación.
Finalmente, se refirió a algunos hitos que han marcado este proceso participativo en la estrategia de especialización inteligente, destacándose la creación de grupos de trabajo en tecnologías, investigación. En relación con los pasos a seguir de esta estrategia, se espera que la fase de selección de prioridades de especialización permita identificar potenciales proyectos transformadores, mejorar y fortalecer el ecosistema de investigación, fortalecer la agenda digital de la región y reforzar la gobernanza participativa para la especialización.
El segundo caso sobre selección de prioridades lo presentó Miguel Ángel Martínez, jefe de la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional de Los Ríos (Chile), quien detalló que la política de desarrollo productivo de este territorio ha desarrollado, desde 2009, diversos instrumentos de planificación, tales como una estrategia regional de desarrollo, una política regional de turismo, una de desarrollo silvoagropecuario y una de innovación y emprendimiento. Sobre este punto, explicó que la ejecución de estos programas se ha construido sobre la base de estrategias y políticas que han considerado la participación del sector público y privado, la sociedad civil, la academia y emprendedores.
En esta línea, Miguel Ángel Martínez explicó algunos lineamientos estratégicos para el desarrollo territorial que forman parte de la política regional de fomento productivo, emprendimiento e innovación que actualmente se encuentran ejecutando. Con relación a los criterios para establecer prioridades e impactos en los territorios y comunidades existen cuatro factores: urgencia, deseabilidad, factibilidad y viabilidad. Estos elementos permiten definir qué iniciativa en particular formará parte de un programa específico, si esta resuelve una necesidad en los actores locales, si existen las condiciones necesarias para realizarla y si es posible asignarle presupuesto para su implementación.
Sobre este último punto, existen prioridades a nivel presupuestario, las que son definidas en base a las actividades productivas que más se desarrollan en la región. De esta forma, se han ido categorizando el fomento e innovación regional, el turismo, la comercialización y fortalecimiento de productos y servicios, la economía mapuche y la pesca y acuicultura, entre otras. Esta selección ha permitido que se proporcionen orientaciones estratégicas precisas detrás de la priorización, así como la colaboración y cooperación en proyectos de innovación, ciencia y tecnología con universidades, sector privado y centros de desarrollo.
Tras las presentaciones, hubo comentarios por parte de Maximiliano Márquez, Subsecretario de MiPyme de la Provincia de Tucumán, miembro del Consejo de PyME e industria del Noroeste Argentina (NOA) y Marco Antonio Llinás Vargas, Asesor del Consejo Superior de Comercio Exterior de Colombia. Ambos consensuaron en que es clave la integración y coordinación de las comunidades y sus representaciones a nivel territorial, para concentrar esfuerzos en la priorización, debido a que los recursos y capacidades institucionales no siempre son transversales a todos los proyectos y programas, menos si estos vienen desde el nivel central.
Asimismo, se constató que las priorizaciones deben hacerse a nivel subnacional, con el objetivo de identificar necesidades locales y abordarlas en las realidades correspondientes, de forma que no se sigan generando limitantes para las actividades económicas que fortalezcan la transformación productiva de los territorios.
El próximo taller del ciclo “Comunidades de Práctica” abordará la gestión de la coordinación multinivel en programas y proyectos y está contemplado realizarse entre finales de abril y comienzo de mayo.