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Las y los jóvenes de zonas rurales de América Latina y el Caribe tienen grandes potencialidades que deben fomentarse para mejorar las economías agrícolas en donde viven y trabajan. Por ello las políticas públicas deben orientarse a desarrollar iniciativas que promuevan la innovación, el emprendimiento y la formación de este grupo social, coincidieron autoridades y expertos reunidos en la sede de la CEPAL en Santiago de Chile.
Representantes de organizaciones de la juventud rural de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Paraguay, y miembros de la sociedad civil y de organismos internacionales participan el 3 y 4 de mayo en el seminario internacional juventud rural y politicas públicas con el objetivo de promover el desarrollo de políticas y programas públicos para el fomento económico de la juventud rural a nivel latinoamericano, a través del intercambio de experiencias entre los países.
El evento es organizado en conjunto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) del Ministerio de Agricultura de Chile, y la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF).
En la apertura del seminario intervinieron Adrián Rodríguez, Jefe de la Unidad de Desarrollo Agrícola de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL; Eve Crowley, Representante de la Oficina Regional para América Latina de la FAO; Juan Mallea, Coordinador Nacional de la REAF en Argentina, y Claudio Ternicier, Subsecretario de Agricultura de Chile.
En su intervención, Adrián Rodríguez destacó el desafío que representa para las políticas públicas la migración selectiva de los jóvenes rurales, una vez que son los individuos con mayor nivel de escolaridad y mejor preparados para el mercado laboral los que migran a los centros urbanos en busca de mejores oportunidades de trabajo. Subrayó, asimismo, que varias de las metas de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible están vinculadas a la temática de la juventud y sus necesidades específicas, sobre todo en las áreas de innovación, formación y acceso al mercado laboral.
Por su parte, Eve Crowley planteó que la Agenda 2030 constituye un nuevo modelo de desarrollo que promueve y requiere la participación de todos los agentes para que sus ambiciosas metas sean alcanzadas. En ese contexto, los jóvenes rurales se encuentran en el centro de una posible solución para el desafío de seguir produciendo alimentos para una población mundial creciente.
Juan Mallea enumeró una serie de avances y desafíos que enfrentan los países del MERCOSUR para fomentar el arraigo de los jóvenes en las zonas rurales, uno de los temas prioritarios para el bloque. Entre los avances, en los últimos años se observa un fuerte empoderamiento de los jóvenes en las políticas públicas para el campo, lo cual ha venido asociado a una mayor identificación de los jóvenes rurales con sus raíces, un mayor nivel de arraigo y un ambiente propicio a la innovación en zonas rurales. Por el lado de los desafíos, se observa la necesidad de generar políticas diferenciadas para ese segmento de la población, que reconozcan sus especificidades, como el mayor interés por las nuevas tecnologías y la socialización; mejorar el acceso de los jóvenes a recursos productivos y fortalecer sus capacidades para asociarse y formar redes, así como para innovar y emprender.
En tanto, Claudio Ternicier destacó el envejecimiento de la población rural como uno de los mayores desafíos para promover la innovación en el sector agropecuario, sobre todo en el segmento de la Agricultura Familiar Campesina. En ese sentido, aumentar la participación de los jóvenes en la producción agropecuaria y en los procesos de decisión en las fincas tendría el efecto positivo de mejorar la acogida a las nuevas tecnologías. Para ello es fundamental aumentar la participación de los jóvenes en los procesos políticos y de decisión, a través de la creación de redes y mesas temáticas, y mejorar su acceso a los recursos productivos, a través de líneas de financiamiento especiales para ese segmento de la población, considerando además las necesidades específicas de los jóvenes indígenas y las mujeres jóvenes rurales.
Como parte de los objetivos del seminario los participantes esperan concertar un panorama general de las iniciativas de política pública para la juventud rural en Chile y en los demás países de la región que participan del encuentro; identificar iniciativas para fomentar la innovación, el emprendimiento y la formación de los jóvenes rurales; presentar testimonios de jóvenes rurales emprendedores; compartir iniciativas para promover el acceso de los jóvenes rurales a la tierra y a los recursos financieros para el emprendimiento, compartir experiencias de uso de tecnologías digitales por parte de jóvenes rurales emprendedores e identificar temas relevantes para las políticas públicas orientadas a la juventud rural, sobre todo aquellas que promuevan la innovación y el emprendimiento.