La movilidad urbana en América Latina y el Caribe (ALC), una de las regiones más urbanizadas del mundo, se caracteriza por sus patrones de desigualdad, ineficiencia productiva y energética y consecuente deterioro ambiental. En buena medida, esto se debe a la falta de adecuada planificación y de la disfuncionalidad de la política urbana y particularmente, de vivienda. Primero se construye y luego se hace ciudad. Como consecuencia, el déficit de movilidad se concentra en la periferia expandida y mayoritariamente pobre. La política de movilidad ha estado divorciada de la política de vivienda y, en general, de la política urbana. No es extendida la visión de las oportunidades que ella ofrece para una reactivación económica y del empleo: la posibilidad de constituirse en un vehículo de crecimiento y desarrollo que – a partir de la satisfacción de demandas urbanas – genera un conjunto de acciones e inversiones que dinamizan las urbes, disminuyendo a la vez brechas sociales y ambientales.
Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, los sistemas urbanos deben garantizar los derechos de las personas, proveer a sus habitantes mejor calidad de vida, priorizando la inclusión y el goce de la ciudad, así como lograr la sostenibilidad. El Plan de Acción Regional de la Nueva Agenda Urbana (NAU) enfatiza que las ciudades deben promover una configuración espacial compacta que facilite la conectividad y movilidad urbana sostenible, la accesibilidad universal y la salud urbana positiva. También, promover la integración socio espacial, el uso mixto del espacio urbano y la eficiencia en el uso de los recursos. La Agenda 2030 define que la planificación de la movilidad y del transporte público debe prestar atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, como, por ejemplo, mujeres, niños y niñas, personas con discapacidad y de la tercera edad.
Objetivo y composición Clúster 1
El objetivo del Clúster 1 consiste en contribuir a la identificación de las características demográficas, socioeconómicas y espaciales de las ciudades de ALC, que influyen sobre la demanda y la oferta inclusiva de movilidad, situación actual y perspectivas. Algunas actividades que se realizarán son la modelización del crecimiento urbano y su relación con demandas de desplazamientos, para estimar la demanda de movilidad hacia el año 2030. También entender los impactos de la pandemia producida por el Covid-19 en la conectividad urbana, el uso del suelo y su efecto sobre esta demanda de movilidad y el impacto social en cuanto a los patrones de movilidad.
Para esto trabajan conjuntamente diversas divisiones de la CEPAL de manera intersectorial, como:
• División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos (DDSAH)
• División de Población y Desarrollo (Centro Latinoamericano y Caribeño de
Demografía – CELADE)
• División de Estadísticas (DE)
• División de Asuntos de Género (DAG)
• División de Desarrollo Productivo y Empresarial (DDPE)
• División de Desarrollo Social (DDS)
• Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES)
• División de Desarrollo Económico (DDE)