Comunicado de imprensa
Los Estados insulares del Caribe han sufrido en los últimos seis meses las consecuencias de la peor temporada de huracanes del siglo, con más de 102 fallecidos y territorios completamente devastados, como Barbuda, Anguila, San Martín, Dominica, Cuba y Puerto Rico, entre otros. Para ayudar en su reconstrucción y futura adaptación a los desastres naturales será necesario cambiar los criterios que permiten su acceso a financiamiento, coincidieron hoy altos funcionarios internacionales reunidos en Nueva York en una sesión especial del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) convocada para tratar los efectos de los últimos fenómenos climáticos.
Durante la reunión, titulada Consecuencias de los recientes huracanes: alcanzando una Agenda 2030 resiliente e informada sobre los riesgos, jefes de varios organismos de las Naciones Unidas, del Banco Mundial y representantes de países afectados discutieron sobre los impactos económicos, sociales y medioambientales de los desastres naturales y cómo ellos pueden afectar las capacidades de los países para implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus objetivos (ODS).
El evento estuvo encabezado por Marie Chatardová, Presidenta del ECOSOC; Miroslav Lajčák, Presidente de la Asamblea General de la ONU; y Amina J. Mohamed, Secretaria General Adjunta del organismo mundial.
En un panel moderado por la reportera del The New York Times, Lisa Friedman, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, recordó las grandes vulnerabilidades que sufren los países del Caribe (tanto económicas como medioambientales, derivadas de su tamaño pequeño y su grado de exposición a influencias externas más allá de su control) y su delicada situación fiscal, ya que en promedio tienen un nivel de deuda que supera el 70% de su producto interno bruto (PIB).
“A pesar de estas vulnerabilidades, a las que se suma el hecho de que el 70% de la población vive en áreas costeras a apenas 10 metros sobre el nivel del mar, la mayoría de las naciones caribeñas son clasificadas como ‘países de renta media’, lo que dificulta su acceso a financiamiento para el desarrollo. Es urgente cambiar los criterios considerados para obtener fondos concesionales que ayuden a la reconstrucción de sus economías”, declaró Bárcena.
Durante el encuentro, la máxima autoridad de la CEPAL recordó la propuesta del organismo presentada hace algunos meses para aliviar el peso de la deuda del Caribe –que asciende actualmente a 52 mil millones de dólares-, iniciativa que fue ampliamente acogida por los demás integrantes del panel, así como por los representantes de los países que participaron en el debate.
Bárcena explicó que la propuesta impulsa la creación de un fondo de resiliencia para la adaptación al cambio climático que involucra el uso de recursos del Fondo Climático Verde (Green Climate Fund) para el financiamiento de proyectos. “Hemos identificado un portafolio de proyectos de adaptación que pueden ser ejecutados con estos recursos, pero para ello es fundamental que los países tengan acceso al financiamiento concesional, a pesar de ser categorizados como naciones de renta media”, enfatizó.
“Esta iniciativa ya ha sido presentada al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a otros organismos y creemos que el fondo de resiliencia debería ser manejado por instituciones como el Banco de Desarrollo del Caribe, o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), o el Fondo Climático Verde, entre otras… No podemos seguir asfixiando al Caribe con el acceso a los recursos que necesita. El problema del financiamiento debe ser abordado colectivamente por la comunidad internacional”, remarcó Bárcena.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL también insistió en que la Agenda 2030 es precisamente la mejor herramienta que existe para mantener este asunto como prioridad principal en los foros globales. “El Caribe necesita financiamiento de bajo costo en el largo plazo para alcanzar las metas de los ODS, pero el espacio fiscal se ha estrechado considerablemente debido al alto costo que tiene el servicio de la deuda”, explicó. Agregó que los informes nacionales voluntarios de seguimiento de la Agenda que varios países del Caribe están presentando son una prueba de su capacidad adaptarse a las metas de desarrollo sostenible. “Debemos mantener al Caribe como máxima prioridad a nivel regional y global”, declaró.
Bárcena anunció además que la CEPAL ya se encuentra trabajando con varias naciones caribeñas (Anguila, Bahamas, las Islas Vírgenes Británicas, San Martín, y las Islas Turcas y Caicos) en la evaluación de los daños causados por los últimos huracanes, mediante la utilización de su metodología de estimación de daños y pérdidas (conocida como DALA, por sus siglas en inglés).
En la reunión del ECOSOC el Subsecretario General para Desarrollo Humano y Social, y representante de la Comunidad del Caribe (CARICOM), Douglas Slater, realizó una presentación especial sobre los efectos de los desastres naturales en el Caribe, México y otras naciones de Centroamérica. En el debate participaron también como panelistas Robert Glasser, Representante Especial del Secretario General para la Reducción de Desastres (UNISDR); Ursula Mueller, Subsecretaria General para Asuntos Humanitarios y Coordinadora Adjunta para el Alivio de Emergencias de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA); Jessica Faieta, Directora Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y Francis Ghesquiere, Jefe de la Unidad Global para la Reducción y Recuperación de Desastres del Grupo Banco Mundial.