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“Un enfoque de género y ciclo de vida en las políticas públicas resulta crucial para visibilizar las necesidades y revertir las desventajas que enfrentan tanto las mujeres como las niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe”, dijo hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en la primera jornada de la reunión de alto nivel Todas las mujeres, todos los niños, todos los adolescentes, que tiene lugar en el Palacio La Moneda, sede del Poder Ejecutivo de Chile.
“El género, la edad y la condición étnico-racial son tres ejes determinantes de la distribución del bienestar y del poder en la sociedad”, por lo que las “políticas públicas deben acompañar a las personas en las diferentes etapas de sus vidas, respondiendo a los riesgos y vulnerabilidades particulares de cada una de ellas”, explicó la máxima representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El evento fue inaugurado por la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en su calidad de copresidenta del grupo asesor de alto nivel de la iniciativa EWEC (Every Woman Every Child), junto a los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés; de Salud, Carmen Castillo; de Educación, Adriana Delpiano; de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual; y de Desarrollo Social, Marcos Barraza. Asisten altos funcionarios de las Naciones Unidas, representantes de países de América Latina y el Caribe y especialistas internacionales.
EWEC (Todas las mujeres, todos los niños) fue lanzada por el ex Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en septiembre de 2010, con el propósito de movilizar e intensificar la acción nacional e internacional de gobiernos, organismos multilaterales, el sector privado y la sociedad civil en torno a los principales desafíos de salud que enfrentan las mujeres, niños y adolescentes en el mundo.
“Hoy tenemos evidencias concretas de que las intervenciones en favor de las mujeres, la niñez y la adolescencia generan impactos tremendamente positivos” en las sociedades, señaló la mandataria chilena en el evento que tiene como objetivo discutir la implementación de la Estrategia Global para la Salud de la mujer, el Niño y el Adolescente en el contexto de América Latina y el Caribe (2016-2030) con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Durante su intervención, Alicia Bárcena presentó indicadores clave en materia de pobreza, maternidad adolescente, mortalidad infantil, malnutrición, violencia contra las mujeres y violencia escolar, entre otros, que permiten identificar los principales retos pendientes.
“La pobreza tiene rostro de mujer en América Latina y el Caribe”, resaltó, ya que ellas están sobrerrepresentadas en los quintiles de menores ingresos. Asimismo, “los niños, niñas y adolescentes son más afectados por la indigencia y la pobreza que personas de otros grupos etarios”, agregó.
Bárcena también planteó que la persistente mortalidad materna por razones prevenibles es probablemente uno de los indicadores más reveladores de la desigualdad y la discriminación que afecta a las mujeres latinoamericanas y caribeñas.
Por otra parte, si bien la mortalidad infantil ha disminuido significativamente en los últimos 10 años, esta sigue siendo sistemáticamente más elevada entre la población indígena y la afrodescendiente, enfatizó.
La CEPAL en conjunto con el PMA (Programa Mundial de Alimentos) también ha calculado los costos totales de la doble carga de la malnutrición (desnutrición y obesidad) en tres países de América Latina (2014). Los montos ascienden a 493 millones de dólares en el caso de Chile (0,2% del PIB), 4.344 millones de dólares en Ecuador (4,3% del PIB) y 28.830 millones de dólares en México (2,3%), por costos asociados a salud, educación y productividad.
“La desigualdad no es inevitable”, resumió Bárcena, quien abogó por un nuevo paradigma de desarrollo en América Latina y el Caribe que combine inclusión social, sostenibilidad ambiental y dinamismo económico.
En este marco, agregó la alta funcionaria, la CEPAL propone construir un nuevo pacto político que permita transitar desde una cultura de privilegios -sustentada en la evasión fiscal, en la corrupción y en el tráfico de influencias- a una cultura de la igualdad.
Es indispensable, dijo, contar con políticas universales de salud, educación y erradicación de la pobreza y con sistemas de protección social universal, especialmente para la niñez y la adolescencia, además de garantizar las tres autonomías de las mujeres (física, económica y política) y derrotar el silencio estadístico, visibilizando a las poblaciones más vulnerables.
En la reunión –que concluye hoy martes 4 de julio- se presentará el Compromiso para la Acción para poner en marcha la Estrategia Mundial para la salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente.