Description
Apenas legalizado el sector, en 1993, el gobierno de Cuba estableció
un régimen impositivo para la microempresa. Fue diseñado
para funcionar en un contexto difícil, caracterizado por
la inexistencia de una cultura tributaria que hacía temer un
incumplimiento generalizado y en él eran muy elevados los
ingresos de algunos microempresarios. El régimen impositivo
incluye pagos anticipados de cuota fija, un monto máximo de
un 10% deducible de los ingresos totales como costos para el
cálculo de la renta imponible, y una escala de impuestos progresiva.
Sus muchas debilidades lo hacen injusto, ineficiente e
ineficaz para la generación de recursos fiscales. El análisis que
se efectúa en este trabajo indica que la incidencia real del impuesto
es mayor que la escala tributaria oficial cuando los
costos efectivos de producción superan el máximo deducible
permitido del 10% (en algunos casos hasta 100% más);. Los
pagos de cuota fija se traducen en tasas impositivas marginales
de 100% para los primeros niveles de ingreso, seguidas por
una tasa de 0% hasta alcanzar el nivel de renta imponible en
que los impuestos devengados según la escala se igualan al
pago de cuota fija inicial. El régimen impositivo discrimina
contra las microempresas con costos de insumos superiores al
10% de sus ingresos brutos. Es regresivo porque, hasta un
nivel bastante significativo de ingresos netos efectivos, las
microempresas con menores ingresos están afectas a tasas más
altas. El sector de la microempresa enfrenta un régimen más
gravoso que el que se le aplica al sector económico de empresas
extranjeras y de sociedades de participación. Desde la
perspectiva de la eficiencia en el uso de los recursos, el régimen
impositivo restringe el ingreso de empresas nuevas al sector
y empuja a algunas al cierre o a la clandestinidad, con lo
que eleva los precios y reduce la producción, el empleo y la
generación de ingresos. Por último, en la medida en que se
abren menos negocios o las empresas pasan a la clandestinidad,
quiebran o evaden impuestos, el gobierno pierde recaudación
fiscal. Aquí se sugieren diversas modificaciones al régimen
impositivo para superar estas debilidades. Estos cambios
redundarían para Cuba en una mejor contribución del sector en
materia de generación de empleo e ingresos, aumento de la
producción a costos reales, precios más bajos y una mayor recaudación
tributaria.