Description
Luego de más de diez años de un amplio y extenso proceso de
liberalización y desregulación financiera, el panorama latinoamericano
de los mercados bancario, de seguros y de los fondos
de pensiones ha sido modificado por la masiva presencia
de entidades financieras globales. En este escenario los grandes
bancos españoles han sido actores centrales, convirtiéndose
en líderes en la mayoría de los países y los segmentos del
negocio. Desde la perspectiva latinoamericana, el ingreso de
los bancos extranjeros, en particular de los españoles, ha contribuido
a dinamizar y modernizar los sistemas financieros
regionales; ha traído nuevos instrumentos y tecnologías, ha
incrementado los niveles de competencia, con efectos directos
sobre el acceso y valor del crédito, y ha dado mayor fortaleza
y estabilidad a los sistemas financieros locales. No obstante,
también ha dado pie a algunas dificultades, como una mayor
concentración y la lenta transferencia a los clientes de la mayor
competencia y eficiencia lograda en los mercados financieros
latinoamericanos. Esta amplia presencia de la banca
española, unida a la activa expansión de empresas no financieras
españolas en los principales mercados latinoamericanos, ha
revelado las limitaciones de los marcos regulatorios nacionales
ante la creciente globalización de los mercados internacionales.
Así, decisiones adoptadas en Europa afectan a usuarios en
América Latina, provocando reacciones a múltiples niveles
cuyos resultados sólo se verán en el futuro.