Comunicado de imprensa
“América Latina y el Caribe se encuentra en una encrucijada. La pérdida de biodiversidad y la degradación deben abordarse a nivel local, nacional, regional y mundial, y en todos los sectores y actores. Todos debemos ser parte de la solución”, señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en un mensaje en video transmitido en un segmento de la Cumbre de la Biodiversidad celebrada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 30 de septiembre de 2020 en Nueva York.
“Primero, tenemos que invertir en investigación para fortalecer la información sobre nuestra biodiversidad. Segundo, los gobiernos necesitan desarrollar planes nacionales para proteger la biodiversidad. Y, tercero, necesitamos incentivos económicos para motivar un cambio hacia la protección de la biodiversidad”, especificó Bárcena.
La Cumbre de la Biodiversidad, realizada por primera vez, fue convocada por el Presidente del 75 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU bajo el tema "Acción urgente sobre la biodiversidad para el desarrollo sostenible". La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL participó en el segmento “Voces por la Naturaleza” en apoyo a la Cumbre, junto a líderes de opinión y representantes de diversas instituciones.
América Latina y el Caribe tiene la más extraordinaria biodiversidad del mundo, indicó la alta funcionaria. “Tiene más ecorregiones terrestres y marítimas que cualquier otra región geográfica, y el 31% de las áreas cultivadas del mundo están sembradas con cultivos que se originaron en esta región. Sin embargo, desde 2000, América Latina y el Caribe es también la región que ha perdido la mayor superficie forestal -83 millones de hectáreas- y que ha mostrado la mayor reducción de especies vertebradas (94%)”, explicó.
En América Latina y el Caribe, casi 64 millones de empleos dependen de la biodiversidad, 19% del empleo total de la región. Por lo tanto, la biodiversidad es esencial tanto para luchar contra la pobreza como para garantizar un planeta más seguro, enfatizó.
Una biodiversidad saludable proporciona innumerables beneficios: alimentos, empleo, combustible, aire y agua limpios, y transmisión atenuada de enfermedades zoonóticas, como el COVID-19, además de contribuir a la salud mental, resaltó la máxima representante de la CEPAL en su mensaje.
Es fundamental, dijo Bárcena, que reorientemos los instrumentos de política para incentivar buenas prácticas y abordar las externalidades negativas, considerando, además, que la biodiversidad está bajo una presión cada vez mayor por el calentamiento global.
América Latina y el Caribe tiene ejemplos positivos en materia de institucionalidad, transversalización y gobernanza innovadora de la biodiversidad, aseguró la Secretaria Ejecutiva. “La CEPAL está documentando las mejores prácticas de la región para contribuir al Marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020. La comunidad internacional, los actores regionales, los gobiernos nacionales y todas las partes interesadas deben trabajar juntos para promover un cambio estructural en la región. Debemos actuar de forma urgente en el campo de la biodiversidad para hacer que el desarrollo sostenible sea una realidad. La CEPAL defiende la naturaleza. Juntos podemos proteger la integridad ecológica de nuestro planeta”, concluyó.