La pandemia del COVID-19 está produciendo un impacto muy profundo sobre la economía y la sociedad de América Latina y el Caribe.
La CEPAL estima que antes de finales de 2020 podrían cerrar 2,7 millones de empresas, equivalentes al 19% de todas las firmas formales de la región. La crisis afecta a todas las empresas, particularmente a las MIPYME que, por su peso en la estructura empresarial de la región, adquiere una mayor relevancia. Esto puede traducirse en el cierre de numerosas empresas y en la pérdida de una gran cantidad de puestos de empleo.
Uno efecto esperado es el aumento de la concentración de la economía, el cual requerirá de la acción concertada entre las autoridades a cargo de velar por la libre competencia y aquellas a cargo de la implementación de medidas dirigidas a sostener la estructura productiva y evitar la destrucción de capacidades al interior de las MIPYME. El diálogo y la concertación de ambas instancias será crucial en el periodo de recuperación de las economías.
En este escenario, la CEPAL en conjunto con la UNCTAD proponen un diálogo en el que se analicen los escenarios económicos que afectan a empresas y sectores en América Latina e identificar posibles acciones y políticas que, desde la competencia, contribuirían a la recuperación del sector empresarial, particularmente el sector MIPYME.
