Descrição
Introducción (primeros párrafos de la introducción) La Argentina ha tenido históricamente una variada experiencia de cambios en los esquemas de política y en las características del desempeño económico (Gerchunoff y Llach (1998)). La década de los noventa representó un período de fuertes modificaciones desde ambos puntos de vista. Un amplio conjunto de reformas, que cubrió casi todo el espectro de los instrumentos e instituciones de política, trastocó de manera fundamental el modo de operación de la economía. Al mismo tiempo, hubo variaciones significativas en el contexto internacional. Frente a una nueva configuración de incentivos, los agentes internos modificaron sustancialmente sus patrones de comportamiento. En claro contraste con lo ocurrido previamente, durante los años noventa la economía retomó un apreciable ritmo medio de crecimiento, con tasas de inflación que se redujeron a valores extremadamente bajos. Asimismo, se recuperó agudamente la inversión. Sin embargo, pese a la apreciable suba del producto acumulada a lo largo del período, se elevó la incidencia del desempleo. Por otro lado, el nivel de actividad experimentó intensas fluctuaciones, y mostró gran sensibilidad ante impulsos externos; hacia finales de los noventa, en un contexto internacional netamente menos favorable que algún tiempo atrás, se habían generado incertidumbres sobre las perspectivas macroeconómicas. La intensidad de los movimientos que tuvieron lugar en el período en las principales variables macroeconómicas puede apreciarse observando un conjunto reducido de indicadores (véase el cuadro 1). Entre 1991 y 1998, el PIB aumentó a una tasa cercana al 6%1 anual (un cambio de gran magnitud respecto de la caída promedio de 0.3% en el intervalo 1982-1990). Pese a ello, la tasa de desocupación se elevó a más de 12% en el promedio del período (el doble que en 1982-1990). La actividad real atravesó varias fases bien diferenciadas. En el período 1991-1994, luego de una prolongada e intensa contracción, el PIB se elevó a una tasa equivalente al 8.5%. Esta fase se interrumpió de manera abrupta con la fuerte caída (4.5%) de la actividad en 1995 (asociada con una crisis financiera, y con una aguda retracción del crédito externo). También resultó aguda la posterior recuperación (6% anual entre 1995 y 1998), cortada por la recesión que se inició en la segunda parte de 1998.