Descrição
Este informe bienal es fruto del esfuerzo conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La crisis sanitaria, económica y social causada por la pandemia de COVID-19 ofrece oportunidades de reconstrucción y transformación que permiten crear resiliencia y reducir o evitar crisis futuras. La pandemia confirma la necesidad de que la salida de la crisis se base en el principio de “reconstruir mejor”, para lo cual es necesario transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe (ALC) y realizar los ajustes que los sistemas agroalimentarios (SAa) requieren para desarrollar resiliencia a riesgos futuros.
Las acciones transformadoras pasan por reconocer el rol central y la importancia de contar con SAa y territorios rurales prósperos e incluyentes, pues representan una importante fuente de ingresos, empleos y alimentos para la región y el mundo. En los territorios rurales de ALC se producen alimentos para más de 800 millones de personas; se siembra el 14 % de los cultivos del mundo; se alberga gran parte de la biodiversidad global, el agua dulce y los bosques naturales del planeta; se produce la mitad de la energía de la región y se proveen servicios ecosistémicos de los que dependen las ciudades. A su vez, se debe reconocer que desde antes de la pandemia se venía diciendo que los SAa requerían una transformación alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto es porque, previo a la pandemia, la población rural ya enfrentaba importantes rezagos y brechas en sus indicadores de desarrollo, debido a la interacción de múltiples desigualdades sociales, económicas y territoriales que se reproducen de generación en generación.