Comunicado de imprensa
“La desigualdad define a América Latina y el Caribe. La riqueza, los ingresos, la protección social, la educación, el conocimiento y las capacidades están en manos de unos pocos”, señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en un mensaje en video transmitido en la SDG Action Zone, un evento virtual realizado el martes 22 de septiembre de 2020 en el marco del 75 período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En este contexto, “reconstruir mejor América Latina y el Caribe pospandemia significa reconfigurar el desarrollo con igualdad y sostenibilidad”, subrayó Bárcena durante la actividad en la que también entregaron su diagnóstico las Secretarias Ejecutivas del resto de las comisiones regionales de la ONU (para África, Asia Occidental, Asia Pacífico y Europa), luego de lo cual se dio paso a un diálogo con diversos representantes de dichas regiones.
Como consecuencia de la pandemia del COVID-19, la CEPAL estima una contracción de -9,1% del producto interno bruto (PIB) de la región, con un aumento de la pobreza de hasta 231 millones de personas (96 millones de los cuales estarán en la pobreza extrema).
“Los Gobiernos han proporcionado un ingreso básico de emergencia a las personas en situación de pobreza, además de exenciones fiscales y un período de gracia a las micro, pequeñas y medianas empresas. La CEPAL propone prorrogar estas medidas por 9 meses”, dijo Bárcena.
También proponemos -agregó la alta funcionaria- una canasta digital básica que comprende un computador portátil, un teléfono inteligente, una tableta y un plan de conexión para los hogares no conectados.
Respecto a la situación de la igualdad de género en la región, Bárcena planteó que “las mujeres están en peor situación que los hombres en cuanto a la discriminación, la exclusión política y la falta de autonomía económica”. “La violencia contra las mujeres y las niñas es la tragedia de la desigualdad exacerbada en esta pandemia”, manifestó.
La crisis está afectando más gravemente a las mujeres, ya que estas representan más del 60% del trabajo informal y el confinamiento está ejerciendo presiones adicionales como cuidadoras primarias, remuneradas y no remuneradas, recalcó.
Las mujeres están en la primera línea de la respuesta a la crisis sanitaria, y más expuestas al contagio, ya que representan el 72,6% de las personas empleadas en el sector de salud de la región. Y aunque la región ha obtenido buenos resultados en materia de acceso a la educación, “es necesario mejorar la autonomía económica de las mujeres mediante el acceso a empleos de alta calidad, la igualdad de remuneración y la inclusión financiera”, apuntó.
“Necesitamos un nuevo pacto político y fiscal para asegurar la protección social universal”, enfatizó Alicia Bárcena.
Posteriormente, Amr Nour, Director de la Oficina de las Comisiones Regionales de la ONU en Nueva York, dialogó en vivo con Yetnebersh Negussie, Senior Manager de la Global Action on Disability (GLAD); Philipp Schönrock, Director de Cepei, un centro de pensamiento basado en Bogotá, Colombia; Salma Nims, Secretaria General de la Jordanian National Commission for Women; Durreen Shahnaz, Fundadora del Impact Investment Xchange y Rosalyn Old, Miembro de la Mesa Directiva del European Youth Forum.
En representación de América Latina y el Caribe, Philipp Schönrock dijo que es necesario crear enfoques multiactor en donde distintos representantes entreguen su experiencia. “Para abordar la pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe, la sociedad civil puede proporcionar mejores datos de impacto. Estamos obteniendo muchos números, pero no muchos que ayuden a los legisladores a tomar decisiones basadas en evidencia”, aseguró. Consultado respecto a la reconstrucción pospandemia con la mirada puesta en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Schönrock sostuvo que “tenemos que construir sobre lo que ya existe. Tenemos organismos multilaterales, empezando por las comisiones regionales de las Naciones Unidas, además de los fondos, agencias y programas” con su presencia regional, por lo que se debe aprovechar su conocimiento adquirido, concluyó.