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Para América Latina y el Caribe, contar con un sistema multilateral de comercio abierto, transparente, no discriminatorio y basado en reglas universalmente aceptadas es fundamental para hacer frente a las tensiones que remecen hoy a la economía mundial, señaló Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, durante una reunión de expertos realizada en la sede del organismo en Santiago de Chile.
Bárcena inauguró este miércoles 7 de agosto el taller de trabajo “La Alianza del Pacífico y el MERCOSUR frente a la reforma del sistema multilateral de comercio: buscando espacios para la coordinación regional”, que se prolongará hasta el jueves 8 de agosto y al cual asisten altos funcionarios gubernamentales y especialistas de varios países de la región.
El encuentro contó con la participación especial de Rodrigo Yáñez, Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, y Winfried Weck, Representante de la Fundación Konrad Adenauer en Panamá y responsable del Programa Regional "Alianzas para la Democracia y el Desarrollo con América Latina" (ADELA).
“La CEPAL busca promover una discusión franca y abierta sobre el rol de la región en el proceso de reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC), centrándose en identificar áreas donde parezca más necesario y viable generar planteamientos comunes”, señaló la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. “Nos anima particularmente explorar la posibilidad de una acción más coordinada entre la Alianza del Pacífico y el MERCOSUR frente a la reforma de la OMC, en línea con la agenda de convergencia, la que ha sido apoyada desde sus inicios por la CEPAL”, agregó.
La máxima autoridad de esta comisión regional de las Naciones Unidas explicó que la incertidumbre que generan las crecientes tensiones comerciales ya ha afectado negativamente a los flujos mundiales de comercio y de inversión extranjera directa, y con ello, a las perspectivas de crecimiento de la economía mundial. En abril pasado la OMC proyectó que el crecimiento del volumen del comercio mundial para 2019 llegaría al 2,6%, muy lejos del 4,6% registrado en 2017. Sin embargo, entre enero y mayo de este año el volumen del comercio mundial se expandió apenas un 0,1%, y resulta claro que la proyección para el año completo deberá ser sustancialmente rebajada, dijo.
Bárcena precisó que en mayo Naciones Unidas disminuyó además sus proyecciones de crecimiento de la economía mundial para 2019 a un 2,7%, con importantes riesgos a la baja, mientras que la CEPAL acaba de anunciar la semana pasada que la estimación de crecimiento de América Latina y el Caribe es de solo 0,5% para este año.
A todo esto se suma la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que se agrega a una espiral de medidas y contramedidas observadas en otros actores centrales de la economía mundial en los últimos dos años, muchas de ellas al margen de las reglas de la OMC.
Barcena indicó que todos los aspectos del funcionamiento de la OMC están siendo sujetos a escrutinio al mismo tiempo. Han proliferado las propuestas no solo sobre posibles nuevos temas de negociación, sino también para mejorar la efectividad de la organización en sus otras funciones, en particular la solución de controversias y el monitoreo del cumplimiento de las obligaciones por parte de sus miembros, precisó.
Por su parte, Winfried Weck remarcó la importancia de analizar la seguridad global, tema que ha quedado rezagado en América Latina y el Caribe en relación a otras regiones del mundo, lo que afecta sus posibilidades de desarrollo. En ese contexto se enmarca el programa de cooperación ADELA que se realiza con varios países de la región y la CEPAL, y que tiene como pilares fundamentales el comercio, el multilateralismo y la Agenda 2030, explicó.
En tanto, el Subsecretario Rodrigo Yáñez reafirmó la necesidad de buscar puntos de convergencia entre los países de la región. “Tal como lo ha señalado Alicia Bárcena, es crucial identificar intereses comunes y avanzar juntos en el marco de la OMC, en un contexto donde el multilateralismo está en entredicho”, declaró.
En su exposición, el alto funcionario del Gobierno de Chile presentó una reflexión sobre los tres pilares en torno a los cuales gira la discusión actual de la reforma a la OMC: la necesidad de avanzar en las negociaciones, y actualizar las reglas comerciales multilaterales en línea con los desafíos que demanda el Siglo XXI, tales como la economía digital y el desarrollo sustentable; fortalecer el sistema de solución de controversias y superar el impasse que vive su Órgano de Apelación; y mejorar la transparencia y supervisión de las obligaciones emanadas de los acuerdos de la OMC, así como mejorar el trabajo regular de los Consejos y Comités.
“La OMC es un bien público que debemos preservar. El buen funcionamiento de un sistema basado en reglas comunes y transparentes, como lo establece la OMC, ha sido y seguirá siendo una garantía esencial para el comercio internacional, dado que aporta predictibilidad a los exportadores, importadores e inversionistas, elemento central para promover el crecimiento y desarrollo de nuestras economías”, declaró Yáñez.