Comunicado de imprensa
“Crear sistemas de pensiones no contributivos y fortalecer los ya existentes en los países de la región puede aportar decididamente al objetivo civilizatorio de erradicar la pobreza en la vejez, así como a reducir significativamente las desigualdades y garantizar niveles de ingresos protegidos en esta etapa de la vida”, señala el libro Sistemas de pensiones no contributivos en América Latina y el Caribe: avanzar en solidaridad con sostenibilidad, lanzado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) durante un evento paralelo organizado conjuntamente con la Cooperación Alemana en el Cuarto Seminario Regional de Desarrollo Social que se celebra en Santiago, Chile.
De acuerdo con la publicación, los sistemas de pensiones no contributivos (SPNC) han incrementado considerablemente su cobertura en América Latina y el Caribe: pasaron de cubrir solo el 3,4% de la población de 65 años y más en 2000, es decir, poco más de un millón de personas, a cubrir el 31% de esta población en 2022, casi 20 millones de personas. En 2022, solo cinco países de la región carecían de este tipo de sistemas.
Este impresionante aumento en cobertura, según la investigación, se logró con un aumento acotado del gasto público, que pasó de 0,15% del PIB en 2000 a 0,42% del PIB en 2021.
¿Qué explica la trayectoria ascendente de la cobertura de los sistemas de pensiones no contributivos? En primer lugar, dice la investigación, “la expansión de los SPNC debe comprenderse en el marco del fortalecimiento de los sistemas de protección social en la región”, orientados, en gran medida, a erradicar la pobreza y disminuir las enormes desigualdades (incluyendo la desigualdad de género) presentes en la América Latina y el Caribe. También han influido decisivamente los déficits en los sistemas de pensiones contributivos, la elevada informalidad laboral que caracteriza a la región y el acelerado envejecimiento poblacional.
El libro aborda siete estudios de casos de países con distintos niveles de cobertura y desarrollo en sus SPNC: En Bolivia, Chile y México se observan sistemas de pensiones no contributivos con vocación universal; Argentina y Perú muestran coberturas media-bajas, mientras que República Dominicana cuenta con un SPNC de cobertura baja. En el caso de Honduras, el libro aborda escenarios que permitirían su creación.
Entre 2000 y 2022, la participación de los pensionados no contributivos en el total de pensionados de 65 años y más en América Latina y el Caribe pasó de 6,6% a 41,8%.
Durante el evento de lanzamiento, José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, explicó que se trata del primer libro publicado por este organismo regional de las Naciones Unidas que se dedica de manera exclusiva al estudio de los sistemas de pensiones no contributivos en la región.
Estos sistemas, dijo la máxima autoridad de la CEPAL, constituyen un instrumento básico para lograr sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes. “De hecho, en el siglo XXI los sistemas de pensiones no contributivos se han convertido en la piedra angular de los sistemas de protección social en América Latina y el Caribe”, subrayó.
El aumento en la cobertura de los sistemas de pensiones no contributivos contrasta, explica la CEPAL, con la realidad de los sistemas de pensiones contributivos, que tienen importantes déficits debido a los altos niveles de informalidad y los bajos niveles de cotización que presenta la región. En el libro se destaca que la baja cobertura que tienen los sistemas contributivos en los sectores de menores ingresos evidencia la necesidad de avanzar en sistemas integrales, con sistemas contributivos y no contributivos fortalecidos.
El estudio recalca que los SPNC se han transformado en una estrategia prioritaria para la erradicación de la pobreza extrema y de la pobreza en la vejez. Entre 2001 y 2022, la pobreza de las personas mayores de 65 años se logró reducir a casi la mitad, al pasar de 29% a 15%. De hecho, hubo más éxito en reducir la pobreza en la vejez que la pobreza en general, a pesar del proceso de envejecimiento de la población. También sobresale su contribución a la reducción de las desigualdades de género mediante la inclusión de las mujeres mayores en los sistemas de pensiones, entre otros aportes.
Un desafío para avanzar en la erradicación de la pobreza en la vejez es la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones no contributivos, considerando el acelerado envejecimiento de la población de la región. Según se alerta en la investigación, América Latina y el Caribe envejecerá a los mismos niveles de Europa, pero en la mitad del tiempo.
Si el gasto en los SPNC se aumenta anualmente entre 0,07% y 0,1% del PIB en los próximos 10 años, se alcanzaría el nivel de gasto equivalente para erradicar la pobreza en la vejez en 2035, aun en un escenario de cobertura y valor creciente, asegura la CEPAL, lo que impone un desafío técnico, institucional, financiero y de economía política.
En este sentido, José Manuel Salazar-Xirinachs indicó que “el fortalecimiento de los sistemas de pensiones no contributivos y su mejor articulación con los sistemas contributivos puede ayudar a mejorar la confianza pública en las instituciones, el Estado de Bienestar y los pactos sociales”, siendo la base de un nuevo pacto social-fiscal que permita avanzar en solidaridad con sostenibilidad.
La publicación, editada por Alberto Arenas de Mesa, Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, y Claudia Robles, Oficial de Asuntos Sociales en la misma División, se elaboró en el marco del Proyecto CEPAL-BMZ/giz “Reactivación transformadora: Superando las consecuencias de la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe”.