Comunicado de imprensa
El taller se impartió entre el 15 y 19 de enero de 2024, y se dirigió a las y los funcionarios del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) así como otros organismos gubernamentales relacionados con el comercio exterior.
La Directora de la División de Asuntos de Género (DAG) de la CEPAL, Ana Güezmes participó con la presentación "Comercio y género en América Latina y el Caribe”, donde, al abordar el panorama económico de América Latina y el Caribe, señaló la persistencia del bajo crecimiento económico en la región. En sus palabras, "según las cifras más recientes presentadas por la CEPAL, el bajo crecimiento esperado para 2023 y 2024 refleja una tendencia alarmante. En el período 2010-2024, el PIB regional ha crecido a una tasa promedio del 1,6%, evidenciando una disminución significativa comparado con décadas anteriores", enfatizó.
La Directora de la DAG destacó además que "este bajo crecimiento no es simplemente coyuntural, sino que refleja una caída constante en la tasa de crecimiento tendencial del PIB regional". Asimismo, estas tendencias operan en un escenario de desigualdades de género persistentes, y si bien en 2023 se constatan mejoras en las tasas de participación, una de cada cuatro mujeres no tiene ingresos propios. Para los hombres, esa proporción es 1 de cada 10. Adicionalmente, señaló “la división sexual del trabajo junto con la desigual organización social del cuidado, como nudo estructural de la desigualdad de género, es una barrera persistente para la inclusión laboral de las mujeres y su plena participación en el mercado laboral. Las mujeres presentan una tasa de ocupación significativamente menor que los hombres. 1 de cada 2 mujeres aún está fuera de la fuerza de trabajo mientras que, en el caso de los hombres, la proporción es de 1 de cada 4.”
Por otro lado, la Sra. Güezmes abordó la persistente segregación laboral de género, tanto en la dimensión vertical como horizontal, subrayando su conexión con las estructuras productivas y comercial de los países de la región. Destacó que esta heterogeneidad estructural en el ámbito económico y productivo tiene repercusiones negativas en la consecución de la igualdad de género, ya que inhibe el dinamismo del mercado laboral, restringe la difusión de capacidades y resulta en una distribución desigual de costos y beneficios.
“El comercio internacional no es neutral en relación con las desigualdades de género, estableciendo una conexión bidireccional entre ambas dimensiones. Por un lado, el comercio tiene efectos distributivos que varían entre hombres y mujeres en relación a los distintos roles que ocupan en el sistema económico en su conjunto, y a su vez, las desigualdades de género impactan el desempeño comercial de los países, siendo aquí importante asegurar que las mujeres puedan aprovechar las oportunidades que ofrece la internacionalización de la producción y los encadenamientos productivos en sectores de mayor valor agregado.
La directora planteó que La heterogeneidad estructural, la segregación laboral de género y la división sexual del trabajo en América Latina y el Caribe afectan la inserción laboral de las mujeres en el sector exportador. De esta manera, en América del sur, la abundancia de recursos naturales ha propiciado la primarización de sus exportaciones, generando poco empleo exportador, en particular para las mujeres (solo 1 de cada 10 mujeres trabaja en el sector exportador). Por otro lado, en Centroamérica, México y Republica Dominicana, la preponderancia de la manufactura orientada a la exportación ha generado una mayor cantidad de empleo (2 de cada 10 mujeres trabaja en el sector exportador), pero se ha concentrado en sectores de baja intensidad tecnológica con brechas de género persistentes. La directora destacó la importancia de comprender estos patrones para diseñar estrategias que promuevan la igualdad de género en el contexto del comercio internacional en la región.
Finalmente, recalcó que, para que el comercio internacional contribuya a la autonomía económica de las mujeres y la sostenibilidad de la vida, es necesario la adopción de transformaciones clave. Esto incluye la diversificación de la estructura productiva y comercial a nivel nacional, así como el fortalecimiento de la integración y complementación productiva a nivel regional. Además, se requiere impulsar sectores intensivos en conocimiento que no solo mejoren las condiciones de vida de las personas, sino que también generen empleo de calidad para hombres y mujeres, teniendo en cuenta los tiempos necesarios para la reproducción de la vida. Asimismo, es esencial reducir la huella ambiental, mediante una diversificación productiva y exportadora que promueva patrones de producción, consumo y distribución sostenibles
A propósito de lo anterior, la CEPAL ha identificado 14 sectores estratégicos clave para impulsar el crecimiento sostenible y la transformación productiva en la región. Estos incluyen la transición hacia energías renovables, la promoción de la electromovilidad, la adopción de una economía circular, el desarrollo de la bioeconomía con enfoque en la agricultura sostenible y la bioindustrialización, así como la reconfiguración geográfica de la producción. Otros sectores prioritarios abarcan la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, la exportación de servicios modernos basados en TIC, la fabricación avanzada, la igualdad de género y la sociedad del cuidado, la gestión sostenible del agua, el turismo sostenible, el gobierno digital y la seguridad alimentaria. Estos sectores representan oportunidades significativas para lograr un desarrollo económico en armonía con el medio ambiente y la equidad social.
La Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe resalta la necesidad de orientar el comercio internacional hacia la autonomía económica de las mujeres y la sostenibilidad de la vida. Esto implica la diversificación de la estructura productiva y comercial, el fortalecimiento de la integración regional y la promoción de sectores intensivos en conocimiento que generen empleos de calidad, considerando los tiempos necesarios para la reproducción de la vida. En esta línea, el Compromiso de Santiago (2020) y el Compromiso de Buenos Aires (2022) relevan la necesidad de implementar políticas de comercio exterior con perspectiva de género, programas para emprendimientos liderados por mujeres, evaluaciones de impacto de género y la transición hacia una sociedad del cuidado en el marco de un desarrollo sostenible.
La próxima XVI Conferencia Regional sobre la Mujer en 2025, a celebrarse en México, se centrará en transformaciones políticas, económicas, sociales, culturales y ambientales para impulsar la sociedad del cuidado y la igualdad de género.
El taller incluyó la participación de Luis Abugattas, experto en comercio, interviniendo con reflexiones sobre la política comercial de Perú y los vínculos entre comercio y género en el país. La jefa del Programa sobre Comercio y género de la UNCTAD, Simonetta Zarrilli presentó y dirigió la discusión, así también compartió reflexiones sobre las cuestiones de género en la APEC y la agenda de Perú para su presidencia en 2024.