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El 27 de septiembre de 2021, Nicole Bidegain, Oficial de Asuntos Sociales de la División de Asuntos de Género de la CEPAL realizó una presentación en la mesa redonda "Incidencia y rendición de cuentas: ¿quiénes participan en la mesa de negociaciones comerciales?" en el Foro sobre Género y Desarrollo que se lleva a cabo en el marco de la Decimoquinta sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD 15). El evento fue moderado por la Dra. Jan Yves-Remy, del Centro Shridath Ramphal para el derecho, las políticas y los servicios del comercio internacional de la Universidad de las Indias Occidentales de Barbados y contó además con la participación de Wardarina, del Foro Asia Pacífico sobre Mujeres, Derecho y Desarrollo (APWLD) y Marsha Drakes, de la Oficina de Negociaciones Comerciales de la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Nicole Bidegain destacó la importancia de la producción de información para analizar los impactos de las políticas y acuerdos comerciales en la igualdad de género y la autonomía económica de las mujeres y fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas en América Latina y el Caribe. Señaló que, de acuerdo con la información disponible de la CEPAL para 10 países en América del Sur, el comercio internacional es poco intensivo en empleo, en particular para las mujeres y que, además, las mujeres representan un tercio del empleo asociado a las exportaciones y se ocupan en pocos sectores exportadores tales como servicios, el turismo o la manufactura textil y de confección. Por tanto, la producción de información es clave para responder si nuevos acuerdos comerciales conllevan mejoras o perjuicios en términos de participación y segregación laboral, calidad del empleo y salarios de las mujeres (véase presentación).
Agregó que, si bien varios países de la región como Chile y Uruguay han incluido capítulos de género en acuerdos comerciales, se precisa no solo analizar los alcances de estos capítulos, sino la coherencia entre los objetivos allí contemplados y el resto de los capítulos que abarcan áreas críticas para la igualdad de género, como los referidos a los servicios, la contratación pública y a los derechos de propiedad intelectual.
Bidegain sostuvo que en el marco de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, los Gobiernos han acordado realizar evaluaciones del impacto de las políticas y acuerdos comerciales y de inversión en los derechos humanos desde una perspectiva de género, promover la cooperación regional para evitar la competencia nociva entre países y la generación de empleo de calidad para las mujeres, así como la internacionalización de los emprendimientos liderados por mujeres en el comercio internacional (Compromiso de Santiago).
Es por ello que la CEPAL está colaborando con diferentes Gobiernos de la región en el fortalecimiento de la recolección y análisis de datos para analizar los vínculos entre el comercio internacional y las desigualdades de género y fortalecer la coordinación entre las entidades productoras y usuarias de la información. Bidegain señaló que además de fomentar la articulación entre los Ministerios y mecanismos para el adelanto de las mujeres, los Ministerios de Relaciones Exteriores, Oficinas de Promoción Comercial y Oficinas Nacionales de Estadísticas, es clave garantizar la plena participación de las organizaciones de mujeres y feministas en el seguimiento de estas políticas comerciales en línea con la Estrategia de Montevideo.
Posteriormente, hizo referencia a las medidas que están siendo implementadas por los Gobiernos para enfrentar la pandemia del COVID-19 desde una perspectiva de género, que se encuentran disponibles en el Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe. Si bien estas medidas han significado un paso necesario para mitigar algunos de los impactos socioeconómicos en las mujeres, todavía es necesario impulsar políticas integrales que contribuyan a una recuperación transformadora con igualdad de género. Bidegain destacó que para ello es necesario impulsar en la región estructuras productivas y canastas exportadoras más diversificadas, orientadas a sectores intensivos en conocimiento y empleo de calidad para las mujeres. En este sentido, es clave respetar el espacio de políticas y fortalecer el multilateralismo para reducir las asimetrías entre países y socios comerciales. Asimismo, afirmó que es necesario promover la participación económica de las mujeres en cadenas productivas regionales en sectores dinamizadores tales como la industria manufacturera de la salud y el turismo sostenible (véase presentación).