Comunicado de imprensa
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, remarcó hoy la importancia de ver a la igualdad como un motor de crecimiento tras la crisis derivada del COVID-19, no solo para los países sino también para las empresas y negocios, en un evento de alto nivel que reunió a los principales directivos de importantes compañías y líderes empresariales de las Américas y otras regiones del mundo, realizado en las márgenes de la 75⁰ sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La reunión, titulada “Una conversación con CEOs & Líderes – ODS 10 Reducir la desigualdad en y entre los países, el rol del sector privado” (A conversation with CEOs & Leaders - SDG 10 Reduce inequality within and among countries, the role of the private sector), fue organizada por el Centro Regional del Sector Privado en apoyo a los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, entidad situada en Bogotá (Colombia) ligada al Instituto de Naciones Unidas para la Formación e Investigación (UNITAR, por sus siglas en inglés), y convocó a máximos ejecutivos para las Américas de empresas como Walmart, Enel, Grupo Hame, PMI America, Maala, Cementos Argos, Makro, BMF Investments, United States International Development Finance Corporation y el Diálogo Interamericano (Inter-American Dialogue), entre otras.
En su intervención, Alicia Bárcena recordó que la desigualdad define a América Latina y el Caribe y conspira contra la prosperidad, la estabilidad política y los buenos negocios. Explicó que la crisis del COVID-19 ha tenido un efecto desproporcionado en la región, sobre todo en los grupos más vulnerables: la desigualdad de los ingresos se incrementará 5%, y menos del 1% de la población concentra la riqueza en el continente, explicó.
Además, existe una alta fragmentación en la protección social y en el acceso a la salud, y una ola de protestas sociales emergió en varios países en 2019, revelando una frustración con el statu quo y la creciente desigualdad, indicó.
“Debemos evitar salir de esta crisis siendo más pobres, más desiguales, más hambrientos y enojados. Por lo tanto, necesitamos un cambio de cultura y ver a la igualdad como motor del crecimiento, no como un resultado de él”, enfatizó.
Dirigiéndose a los empresarios y líderes, Alicia Bárcena indicó que existe hoy un imperativo para un pacto social que asegure el acceso a la salud y a los servicios básicos, especialmente al agua y la electricidad. “Tenemos que aprender que la infraestructura de la vida es lo más importante en esta pandemia: la salud, el agua, la electricidad”, declaró.
Para el corto plazo, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL explicó que se necesitan cuatro medidas urgentes: inyectar liquidez, especialmente a las micro y pequeñas empresas; co-financiar las nóminas de pago de las compañías por al menos seis meses, para evitar la destrucción de capacidades y de la estructura productiva; realizar transferencias de dinero directas a los trabajadores independientes; y que los gobiernos apoyen a las grandes empresas de sectores estratégicos que han sido seriamente dañadas por la crisis, ya que estas son las que entregan innovación y tecnología. Este apoyo debe tener reciprocidad por parte de las compañias, es decir, deben comprometerse a realizar prácticas laborales justas, no distribuir ganancias entre sus accionistas ni invertir en paraísos fiscales.
Para el largo plazo, Alicia Bárcena señaló que los modelos de negocios y prácticas corporativas deben adaptarse para asegurar mayor resiliencia y competitividad, en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
Asimismo, destacó cuatro sectores que son cruciales: la transición energética, para alejarse de los combustibles fósiles; la creación de pactos agroecológicos y de bioeconomía para incluir soluciones basadas en la naturaleza; la transición digital, para cerrar la brecha de 40 millones de hogares que aún no poseen acceso a internet en América Latina y el Caribe; y la urgencia de fomentar la colaboración público-privada para aumentar la formalización de los trabajadores y la protección social.
Bárcena enfatizó también la importancia de incluir a los bancos de desarrollo e instituciones financieras, tanto nacionales como internacionales, para que promuevan nuevos vehículos financieros, herramientas y plataformas que incluyan los fondos de pensiones y los fondos soberanos.
“El mundo está cambiando más rápido que nunca. Los gobiernos, empresas y la academia debemos colaborar si queremos tener éxito en los desafíos globales, con sostenibilidad, igualdad, confianza y prosperidad para todos”, declaró finalmente.