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Con la aprobación del documento Consenso de Quito por parte de los gobiernos de 33 países participantes en la Décima Conferencia Regional sobre la mujer de América Latina y el Caribe, finalizó hoy en Ecuador el foro intergubernamental más importante de la región para el análisis de políticas públicas desde una perspectiva de género, convocado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En el Consenso de Quito los países acuerdan adoptar todas las medidas de acción positiva y todos los mecanismos necesarios, incluidas las reformas legislativas y las asignaciones presupuestarias, para garantizar la plena participación de las mujeres en cargos públicos y de representación política, con el fin de alcanzar la paridad en la institucionalidad estatal (poderes ejecutivo, legislativo, judicial y regímenes especiales y autónomos) y en los ámbitos nacional y local como objetivo de las democracias latinoamericanas y caribeñas.
Exhorta a desarrollar políticas electorales de carácter permanente que conduzcan a los partidos políticos a incorporar agendas de las mujeres en su diversidad, el enfoque de género en sus contenidos, acciones y estatutos y la participación igualitaria, el empoderamiento y el liderazgo de las mujeres con el fin de consolidar la paridad de género como política de Estado.
Se reafirma la necesidad de adoptar medidas de corresponsabilidad para la vida familiar y laboral que se apliquen por igual a las mujeres y a los hombres, teniendo presente que al compartir las responsabilidades familiares se crean condiciones propicias para la participación política de la mujer.
El Consenso insta a implementar sistemas públicos integrales de seguridad social, con acceso y coberturas universales, articulados a un amplio espectro de políticas públicas y capaces de garantizar el bienestar, la calidad de vida y la ciudadanía plena de las mujeres.
En materia laboral, pide garantizar la eliminación de todas las condiciones laborales discriminatorias, precarias e ilegales y alentar la participación de las mujeres en sectores de trabajo creativos, innovadores y que superen la segregación laboral sexista. También busca igualar las condiciones y los derechos laborales del trabajo doméstico al de los demás trabajos remunerados, de conformidad con los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las normas internacionales en materia de derechos de las mujeres. Al respecto, insta además a eliminar la brecha de ingresos salariales entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de trabajo, y a derogar todos aquellos mecanismos legislativos e institucionales que generan discriminación y condiciones de trabajo precarias.
Los países también se comprometen a adoptar medidas que contribuyan a la eliminación de todas las formas de violencia y sus manifestaciones contra las mujeres, especialmente el homicidio de mujeres, el femicidio y el feminicidio, así como la eliminación de medidas unilaterales contrarias al derecho internacional y a la Carta de las Naciones Unidas.
Pide desarrollar programa integrales de educación pública no sexista encaminados a enfrentar estereotipos de género, raciales y otros sesgos culturales contra las mujeres y promover relaciones de apoyo mutuo entre mujeres y hombres.
En tanto, acuerdan hacer esfuerzos encaminados a firmar, ratificar, aplicar y difundir la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y su Protocolo Facultativo, de modo de asegurar su aplicación.
Asimismo, los países encomiendan a la Mesa Directiva de la Conferencia que dedique una de sus reuniones anuales a evaluar el cumplimiento de las metas señaladas y acuerdan dedicar la próxima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe -prevista para 2010 en Brasil- a realizar una evaluación general de los avances logrados al respecto. Además solicitan a la CEPAL que, junto con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, establezca un observatorio de igualdad de género.
Finalmente, expresan su gratitud a la Presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet; a la Vicepresidenta primera del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega; al Presidente de Ecuador, Rafael Correa; y a la Canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, por su participación en esta Conferencia. Del mismo modo, agradecieron también al pueblo y al Gobierno de Ecuador por las facilidades otorgadas para la realización de esta Conferencia y su generosa hospitalidad.