Descrição
En 2007 la inversión extranjera directa (IED) que ingresó a América Latina y el Caribe alcanzó niveles sin precedentes, al superar por primera vez los 100.000 millones de dólares. Este hecho cobra especial relevancia dado que el máximo anterior se estableció en 1999, en el contexto de las privatizaciones consistentes en una sola operación. El aumento de la inversión fue impulsado sobre todo por la determinación de las empresas transnacionales que buscan nuevos mercados de aprovechar el crecimiento de la demanda local de bienes y servicios y por las empresas que buscan recursos naturales, en un entorno de dinamismo de la demanda mundial. En tanto, pese a que se registraron menores niveles de inversión directa en el exterior de las transnacionales de la región (las translatinas), aparecieron nuevas empresas de diferentes sectores que están invirtiendo fuera de su país de origen, mientras la inversión extranjera de algunas de las translatinas tradicionales están llegando a niveles inéditos. En el presente trabajo figura un panorama de las corrientes de entrada y salida de IED en América Latina y el Caribe en 2007, así como de las recientes actividades de las transnacionales en la región y de las translatinas fuera de su país de origen (capítulo I). Además, se indaga en tres temas: la inversión en hardware para las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) (capítulo II), la inversiónen los servicios de telecomunicaciones (capítulo III) y la inversión canadiense en América Latina y el Caribe (capítulo IV). En los capítulos II y III se describe la evolución de las industrias de hardware TIC y de los servicios de telecomunicaciones en el contexto de los cambios tecnológicos que han generado convergencia en los servicios de TIC y que han tenido repercusiones en la organización de la industria manufacturera, así como en la estructura de mercado y los incentivos a los operadores de telecomunicaciones. En estos capítulos se analizan los desafíos que se plantean para aprovechar al máximo los beneficios de la IED en las industrias que atraviesan rápidos cambios tecnológicos, en que las estrategias regionales de las empresas transnacionales se conforman siguiendo una combinación de estrategias mundiales y tendencias de las políticas y regulaciones locales. La experiencia canadiense es pertinente debido a que este país cobra cada vez más importancia como inversionista en la región en una amplia gama de sectores —desde la minería hasta las partes de vehículos y las finanzas— y porque su evolución es paralela a la propia evolución empresarial de América Latina y el Caribe debido a la existencia de una serie de similitudes poco reconocidas (por ejemplo, una fuerte base de recursos naturales y una gran dependencia de la economía de Estados Unidos). En este contexto, la desaceleración de la economía de Estados Unidos ofrece una oportunidad para que funcionarios e inversionistas de Canadá y América Latina y el Caribe reevalúen su relación. Nota: En referencia a la edición de 2007 del documento La inversión extranjera en América Latina y el Caribe, la CEPAL informa que el Banco Central de Bahamas publicó su estimación final de IED para 2007 el 5 de mayo de 2008. La cifra final de sus estimaciones es de 692,7 millones de dólares, cifra similar a la recibida en 2007, que alcanzó 705,8 millones de dólares. Los montos de IED que se presentan en el informe de la CEPAL tienen como fecha de cierre el 30 de abril de 2008, por ende la estimación de IED de Bahamas en este informe está basada en una extrapolación a partir de los tres primeros trimestres de 2007.