Transición Justa

Transición justa

La transición a sistemas energéticos más sostenibles es una necesidad para hacer frente a los apremiantes desafíos medioambientales que enfrentan todas las sociedades, independiente de sus niveles de desarrollo, como es el cambio climático, la contaminación y el descenso de la biodiversidad. Es urgente una transición hacia economías y sociedades más ecológicas, resilientes y neutras desde el punto de vista climático.  

El término transición justa tiene su origen en el contexto de los debates sobre cómo efectuar una transición energética para poder cumplir las metas ambientales establecidas - por ejemplo, del Acuerdo de Paris y de la Agenda 2030 - sin traspasarle el costo a las poblaciones más vulnerables. Sin embargo, hoy dicho término puede entenderse como una demanda por una transición del sector productivo como tal. “Una transición justa implica maximizar las oportunidades sociales y económicas de la acción climática, al tiempo que se minimizan y se gestionan cuidadosamente los desafíos, incluso a través de un diálogo social eficaz entre todos los grupos afectados y el respeto de los principios y derechos laborales fundamentales”, según lo define la Organización Internacional del Trabajo (OIT).  

Una transición justa reconoce, por lo tanto, que los aspectos medioambientales, sociales y económicos están íntimamente vinculados y sólo pueden atenderse de manera integral. Por ende, una transición justa debe, por ejemplo, buscar vías para aumentar y complementar la política energética y climática, a la vez que garantiza las futuras oportunidades de empleo para aquellos que podrían verse afectados por los cambios causados por su implementación. Una transición justa significa lograr que la economía sea lo más justa e inclusiva posible, creando oportunidades de trabajo decente, sin dejar a nadie atrás. 

Las iniciativas implementadas en el marco de la Alianza Estratégica entre CEPAL y Alemania reconocen y promueven la transición justa como elemento fundamental de su cooperación para contribuir a un desarrollo sostenible. En materia minera, a través del proyecto "Cooperación Regional para la Gestión Sostenible de los Recursos Minerales en los Países Andinos" (MinSus), se considera la relevancia de atender a que la transición energética implica un incremento en la extracción de minerales críticos y estratégicos, lo cual tiene el potencial de generar impactos sobre el ambiente y los derechos humanos. Por tanto, esta transición deberá tener en cuenta las voces y necesidades de las comunidades en los territorios extractivos.