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“Los efectos que la pandemia de COVID-19 dejó sobre las nuevas generaciones de niñas y niños en la primera infancia son sumamente significativos. A pesar de no haber sido el grupo más afectado en lo que se refiere a mortalidad, son quienes vivirán con las consecuencias por el tiempo más prolongado, especialmente si no se implementan políticas específicas destinadas a atender sus necesidades. Las niñas y niños en la primera infancia han vivido al menos la mitad de su vida bajo una lógica pandémica y los impactos de esto abarcan diversos ámbitos de su bienestar, salud, aprendizaje y desarrollo”, planteó el Director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, Alberto Arenas de Mesa.
El taller, realizado el 17 de octubre de manera virtual, se desarrolló mediante tres paneles en los que se presentaron y discutieron los principales hallazgos y recomendaciones en áreas relacionadas con la primera infancia, incluyendo educación, salud materno-infantil y protección. Además de investigadores y representantes de UNICEF y la CEPAL, estuvieron presentes organizaciones internacionales, regionales y de la sociedad civil, incluyendo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP), Save the Children, Bases Sólidas, Fundação Maria Cecilia Souto Vidigal e Infancia Primero.
Las y los participantes reafirmaron que las políticas públicas dirigidas a la primera infancia que buscan abordar los impactos desastrosos de la pandemia son a la vez importantes y urgentes. Son importantes, ya que constituyen un derecho humano fundamental y establecen los pilares para el desarrollo, el aprendizaje y las habilidades que perdurarán a lo largo de la vida, contribuyendo a la construcción de sociedades más justas y sostenibles. Son urgentes porque la inacción en este periodo de la vida puede generar daños irreversibles, dado que el cerebro se desarrolla a un ritmo que no se volverá a repetir.
La atención inmediata a la pandemia, incluyendo el fortalecimiento de los sistemas de salud, la educación a distancia y la recuperación de la economía, ha frenado los planes de desarrollo social a largo plazo. De esta manera, la crisis ocasionada por la pandemia ha traído consigo nuevos desafíos a un contexto ya vulnerable para la plena realización de los derechos de la infancia, además de haber profundizado desigualdades. Esto incluye, entre otros, una aguda infantilización de la pobreza en todos los países de la región, la caída de la asistencia en educación preprimaria y el estancamiento de indicadores de salud materno-infantil, además de nuevos riesgos epidemiológicos con las caídas en las tasas de inmunización.
Las investigaciones preliminares presentadas, combinadas con los aportes de las personas expertas, servirán de insumos para un informe de la CEPAL y UNICEF que deberá enfocarse en los impactos a corto y mediano plazo sobre las condiciones de vida y ejercicio de los derechos de niñas y niños en primera infancia. Este informe servirá para la elaboración de políticas en torno a la emergencia de nuevas realidades, fenómenos y dinámicas que afectan a la niñez y, con ello, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 en América Latina y el Caribe.