Nota informativa
(19 de junio de 2024) Funcionarios de la Comisión Económica para América Latina en México (CEPAL) y representantes de la industria del café en Costa Rica y Honduras se reunieron para analizar y proponer políticas para la adaptación de los productores de café a los cambios sociodemográficos, económicos y ambientales que afectan la producción.
El objetivo de la reunión fue lograr una comprensión integral de lo que implica la sostenibilidad del sector café a lo largo de la cadena de valor frente a riesgos como los bajos ingresos de los productores, la volatilidad de precios, la mayor edad de los productores, la dificultad para contratar recolectores, los impactos del cambio climático, los requerimientos para producir con prácticas sostenibles, y las barreras que podrían obstaculizar la escalabilidad futura de la industria cafetalera.
La reunión titulada El Futuro de la Industria Cafetalera: Navegando el Cambio Climático y Aprovechando Oportunidades a través del Comerio Sostenible en Costa Rica y Honduras se realizó los días 8 de mayo, 22 de mayo y 6 de junio de 2024 y contó con la participación de 11 expertos, que incluyó productores, organizaciones que trabajan en el tema de café, expertos de Costa Rica y Honduras, así como funcionarios de la CEPAL.
En las sesiones se reflexionó sobre el concepto de comercio sostenible en las dimensiones económica, social y ambiental, y sus interconexiones e impactos en el contexto de sus países, contribuyendo a enriquecer el cuerpo de conocimiento existente sobre los retos del sector café y el impacto del cambio climático y crear las bases para mejorar la sostenibilidad de todos los actores y sectores asociados en la cadena de valor.
Un grano que da mucho más que aroma
El cultivo del café es una actividad altamente especializada que requiere niveles de temperaturas y precipitación, condiciones de suelo y factores ambientales precisos para asegurar una producción estable. Lamentablemente, los efectos del cambio climático están perturbando los patrones tradicionales de crecimiento y reproducción de las plantas de café, dificultando el control y la previsión de los tiempos de cosecha y la calidad del cultivo.
Entre los años 90 y los últimos diez años, los rendimientos del café en Centroamérica se redujeron de 0,89 toneladas por hectáreas (t/ha) a 0,87 t/ha.
El cultivo del café es de las actividades con mayor costo por el impacto de tormentas y huracanes. Por ejemplo, en 2022, los daños y pérdidas por el paso de la tormenta tropical Julia representaron el 53% de los costos del sector agrícola en Honduras. Estos efectos climáticos tienen consecuencias en los ingresos de alrededor de un millón de productores empleados en Honduras.
Según estimaciones del Instituto del Café de Costa Rica, la producción del café con sombra emite 50 mil toneladas de CO2 equivalente, (medida en toneladas de la huella de carbono.)y la producción con sol es de 85 mil toneladas. Las emisiones por aguas residuales en el proceso de beneficiado del café se calculan en alrededor de 26 mil toneladas de CO2 equivalente.
Con el objetivo de promover prácticas sostenibles en la industria del café, en algunos países productores del grano se están implementando estrategias centradas en la agrobiodiversidad y la sostenibilidad del ecosistema, junto con la adopción de certificaciones voluntarias que fundamentan su valor en salarios justos, prohibición del trabajo explotador y minimizan el impacto ambiental. Sin embargo, surge la interrogante sobre si estas medidas y certificaciones abordan adecuadamente las diversas etapas de producción, procesamiento y consumo del café y consideran medidas justas, adaptativas y sostenibles para todos los actores involucrados.
Los resultados de las discusiones de estas mesas de diálogo con especialistas de Costa Rica y Honduras serán integrados en un documento a publicar por la CEPAL en el segundo semestre de 2024. El objetivo de la publicación será presentar un concepto de comercio sostenible que abarque sus tres dimensiones y proponer una visión sobre el futuro de la industria cafetalera.
Estas discusiones pueden trasladarse a otros cultivos y países de la región que deben prepararse no solo en lo ambiental sino también en lo económico y social para los requerimientos comerciales existentes como el reglamento sobre productos libres de deforestación de la Unión Europea y otros emergentes.