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Al menos 1.678 mujeres fueron asesinadas en 2014 por razones de género en 14 países de América Latina y tres del Caribe, según datos oficiales recopilados por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL.
“No podemos permitir que sigan muriendo más latinoamericanas y caribeñas por el solo hecho de ser mujeres”, dijo este martes la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, en la víspera de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre.
Bárcena llamó a los países de la región a mejorar sus registros administrativos para conocer el real número de femicidios y a impulsar programas de prevención y reparación de las víctimas con presupuestos adecuados.
El femicidio o feminicidio es la expresión más dramática de la violencia contra las mujeres, la cual debe ser enfrentada integralmente por los Estados, considerando los factores de desigualdad económica, social y cultural que operan en la sociedad y en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, plantea la CEPAL.
Veinte países de América Latina y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia contra las mujeres, aunque solo ocho asignan recursos específicos en el presupuesto nacional, es decir, el 40%.
Además, 14 países de la región han tipificado el delito de femicidio (Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana), mientras que Argentina y Venezuela establecen el homicidio agravado por razones de género en su legislación.
La CEPAL también llama la atención sobre el abuso perpetrado en la calle y en el sistema de transporte de las ciudades, el cual constituye “una de las formas más minimizadas y naturalizadas de la violencia contra las mujeres”. Perú fue el primer país en promulgar, en marzo de 2015, una ley para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos, mientras que Argentina, Chile y Paraguay se encuentran tramitando leyes sobre acoso callejero.
De igual modo, el organismo regional de las Naciones Unidas alerta sobre el acoso político, “que atenta contra el logro de la igualdad de género, la autonomía de las mujeres y la calidad de la democracia”.
Para las candidatas a cargos de representación popular, dice la CEPAL, algunas expresiones del acoso político son la asignación de distritos claramente perdedores, la ausencia de apoyo material o humano y las amenazas y agresiones durante el período de campaña.
En el caso de las mujeres electas, el acoso contempla el nombramiento en comisiones o áreas con bajo o sin presupuesto, el trato discriminatorio por parte de los medios de comunicación, la mayor exigencia de rendición de cuentas en comparación con sus pares y la intimidación, amenazas y violencia física y/o sexual contra ellas o sus familias.
Bolivia es el único país de la región que ha aprobado hasta ahora una ley contra el acoso y violencia política contra las mujeres (2012). Otros cuatro países se encuentran en proceso de debate de leyes similares: Costa Rica, Ecuador, México y Perú.
Inaugurando los 16 días de activismo lanzados por la campaña ÚNETE del Secretario General de las Naciones Unidas, la CEPAL vistió de naranja la fachada de su sede ubicada en Santiago, Chile, para sensibilizar a la sociedad frente a este flagelo que atenta contra los derechos humanos de las mujeres y el desarrollo de los países. "Pinta TU mundo de naranja – DEJA TU HUELLA", es la invitación de la ONU hasta el 10 de diciembre.
El enfrentamiento de la violencia contra las mujeres es uno de los principales temas que se abordarán en la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, que tendrá lugar en 2016 en Montevideo.