La economía internacional atraviesa un período de grandes transformaciones que exigen nuevas respuestas de políticas. El surgimiento de nuevos actores en la arena global, los impactos ambientales en el crecimiento de la economía, la revolución tecnológica, el aumento de los flujos migratorios y la alta desigualdad en algunos países han hecho que los paradigmas económicos y políticos tradicionales sean inadecuados en muchos aspectos.
Los conceptos de desarrollo y de cooperación para el desarrollo no son inmunes a estos cambios. Por tanto, se deben reconceptualizar de manera que la cooperación internacional “no deje a nadie atrás”. Esto es particularmente cierto en países cuyos ingresos han aumentado, pero cuya calidad de vida no necesariamente lo ha hecho.
Este "desarrollo en transición" requiere ser abordado a partir de un enfoque multidimensional donde se adopten políticas efectivas tanto de los nuevos, como de los persistentes desafíos estructurales que enfrenta America Latina y el Caribe.
Por ello, la Facilidad Regional de la Unión Europea para el desarrollo en transición promueve una nueva narrativa de la cooperación para el desarrollo basado en una serie de pilares:
- Se comprende al concepto de desarrollo como un proceso complejo, donde la cooperación para el desarrollo debe adaptarse a esta complejidad, basada en un mejor mapeo de las condiciones de desarrollo en los países.
- Las métricas relacionadas con los ingresos (por ejemplo, el PIB per cápita) no reflejan los desafíos de desarrollo que los países siguen enfrentando. Pueden persistir importantes desafíos de desarrollo a pesar del progreso de una clasificación de grupo de ingresos a la siguiente, por lo que es fundamental generar nuevas métricas para el desarrollo.
- Junto con las nuevas métricas, se necesitan nuevas herramientas para la cooperación al desarrollo a nivel operativo, que permitan adaptar la cooperación internacional al nuevo contexto global y regional; reconociendo la eficiencia de aprovechar las herramientas existentes que funcionan para ampliar los esfuerzos necesarios para hacer que el desarrollo sea más sostenible e inclusivo.
- Las estrategias de cooperación deben estar vinculadas a las estrategias nacionales y reflejar un enfoque multidimensional. Además, el foco de la agenda multilateral debe basarse en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y promover una mejor gestión pública global bienes.
- En enfoque de desarrollo que se adopta es de “gradación”, en lugar de “graduación”.
- El mecanismo de graduación se basa en que los países pasan de un nivel de ingresos al siguiente y dejan de calificar para fuentes de asistencia oficial para apoyar su desarrollo. Por el contrario, la gradación adopta un enfoque gradual y escalonado que combina de manera flexible instrumentos públicos y privados de financiamiento para todos los países, basados en la capacidad de un país para movilizar recursos domésticos y externos, su voluntad y capacidad para contribuir a los bienes públicos regionales y mundiales, y a un diagnóstico común y priorizado de los desafíos que deben ser abordados.
- El enfoque de gobernanza y financiación de la cooperación debe ser de naturaleza multinivel, tomando en consideración la cooperación Sur-Sur, la cooperación triangular, y la cooperación horizontal entre diferentes niveles de gobierno.
- Se promueve la construcción y mantenimiento de plataformas para países en todos los niveles de desarrollo para dialogar sobre políticas, compartir conocimientos e intercambiar experiencias y buenas prácticas.