Sonia Montaño, Oficial a cargo de la División de Asuntos de Género de la CEPAL analiza los
avances con relación a los acuerdos alcanzados en el llamado Consenso de Quito, la declaración al término de
la Décima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que tuvo lugar en Ecuador, en
2007.
Ahí los gobiernos se comprometieron a concretar acciones en favor de la participación política de las mujeres
y la calidad del empleo.
Montaño analiza asimismo los avances y desafíos de cara a la undécima edición de la Conferencia, que tendrá lugar en Brasilia, del 13 al 16 de julio de 2010.
P.- ¿Cuáles fueron los principales temas que se debatieron durante la Décima Conferencia Regional
sobre la Mujer realizada en Quito?
R.- Se trataron temas muy importantes, pero dos de ellos fueron los principales: paridad en la participación
política de las mujeres y el reconocimiento al trabajo no remunerado. El de paridad fue en buena parte
inspirado por la entonces reciente elección de la Presidenta Michelle Bachelet en Chile, por el interés que
despertó su caso en los gobiernos regionales y en las instituciones de la mujer, en la medida en que demostró
que la paridad no sólo se podía obtener por cuotas en el Parlamento, sino también en el Ejecutivo. Y en el
caso del tema del trabajo no remunerado fue importante reconocer cómo este fenómeno explicaba las razones de
la baja participación de la mujer en lo laboral y en la política.
P.- A su juicio, ¿cuánto se avanzó en materia de políticas públicas en estos dos ámbitos desde
2007 a la fecha?
R.- Hemos observado avances que podemos llamar culturales simbólicos muy importantes: una mujer Presidenta en
Chile, otra mujer Presidenta en Argentina, una Primera Ministra en Jamaica, más la paridad en el gabinete que
muestra España. Esto generó un clima que ayudó al posicionamiento político de la mujer quien, a pesar de
seguir constituyendo una minoría evidenció públicamente su capacidad a la hora de ejercer en roles de toma de
decisiones. Esta valoración era una de las metas del Consenso de Quito. Por otra parte, en varios
países se tomaron medidas positivas que permitieron un aumento de la participación política de las
mujeres.
Es el caso de Perú, Ecuador y Bolivia, que aparecían rezagados y que hoy tienen una mayor presencia femenina
en la política, impulsada además por cambios en sus constituciones. Podemos decir que hoy la tendencia en la
región es favorable al aumento de la participación política de las mujeres. El sistema de cuotas por
ley, asociado al sistema electoral ha funcionado bien y es muy importante.
En cuanto al trabajo no remunerado, hay importantes avances, sobre todo en lo que respecta a su
reconocimiento. En la Conferencia de Quito estábamos muy interesados en conocer más esta realidad
y su impacto en la región. Hoy podemos decir que tenemos más información y más países preocupados por
este asunto. La CEPAL ha ayudado mucho con su trabajo de investigación y con la creación del
Observatorio de la Igualdad.
Otra evidencia de la importancia que se está dando al rol de la mujer post Quito está en los programas de
bonos y transferencias monetarias dirigidos a las mujeres, que incluyen cada vez más una valoración y
reconocimiento al trabajo de cuidado que ellas realizan en el hogar como ocurre en México y Brasil.
También representan un gran avance los servicios instalados en algunos países para mejorar el cuidado
infantil o las leyes de permiso parental. Cada vez más naciones legislan para que los hombres puedan quedarse
al cuidado de los niños, permitiendo así compartir los roles y dar a las mujeres oportunidad de trabajo y
estudio.
En el plano laboral, en tanto, en Haití se logró la ley de regulación al trabajo doméstico remunerado, mientras que en Guatemala se promulgaron leyes para combatir la violencia contra la mujer y en Chile tomó forma una reforma previsional, que entrega un bono a las madres que no pudieron entrar en el mercado laboral por cuidar a sus hijos. Todos estos son logros concretos post Conferencia de Quito.
P.- ¿Qué se espera de la Undécima Conferencia Regional en Brasilia?
R.- La Conferencia de Brasilia nos debe ayudar a consolidar más lo logrado y a ponernos nuevas metas
de avance. Daremos una mirada a todos los aspectos de la economía, sobre todo después de lo que ha pasado con
la crisis económica mundial. Estamos muy conscientes de los nuevos desafíos que como mujeres debemos
enfrentar. Uno de ellos es el cambio climático, porque para combatirlo se requerirá de mucho trabajo y
compromiso. Tendremos que luchar por el mundo que queremos dejar a nuestros hijos y luchar por el tipo de
Estado queremos y por la igualdad que debemos seguir construyendo.