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Se requiere avanzar hacia una nueva plataforma de cooperación incluyente para el desarrollo sostenible

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18 de mayo de 2017|Comunicado de prensa

La CEPAL, el Centro de Desarrollo de la OCDE y la Comisión Europea convocan a un diálogo renovado con países de ingreso medio.

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Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL (al centro), en el seminario Next steps for Development in Transition en Bruselas.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL (al centro), en el seminario Next steps for Development in Transition en Bruselas.
Foto: Cortesía OCDE.

Para apoyar los esfuerzos nacionales en el financiamiento del desarrollo es hora de superar definitivamente la dicotomía donante-receptor y el criterio de ingreso per cápita en la asignación de ayuda oficial al desarrollo (AOD) y avanzar hacia un nuevo modelo que dé cuenta, por ejemplo, de las necesidades de los países de renta media, categoría en la que se encuentra el 85% de los países latinoamericanos y caribeños, planteó hoy en Bruselas Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Bárcena participó este jueves en el seminario titulado Next steps for Development in Transition, organizado en conjunto por la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea (DG DEVCO), el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la CEPAL.

En el evento también intervinieron Stefano Manservisi, Director General de DG DEVCO, con quien Bárcena sostuvo además una reunión bilateral; Mario Pezzini, Director del Centro de Desarrollo de la OCDE e Ibrahim Mayaki, Presidente Ejecutivo de la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD), entre otros altos representantes.

“El nivel de ingreso per cápita de un país no refleja su capacidad para ahorrar, acceder o movilizar recursos para el financiamiento del desarrollo”, enfatizó la máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas, quien llamó a trabajar sobre la base del enfoque de brechas estructurales promovido por la CEPAL.

Entre los nuevos esquemas que consideran esta visión, Bárcena destacó la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular. Estas proporcionan un nuevo modelo de colaboración entre iguales que permite proteger los intereses de los países de renta media, fortalecer la participación de las naciones en desarrollo en los foros globales de cooperación fiscal y abordar la competencia fiscal dañina a través de programas regionales integrados, dijo.

De los 33 países de América Latina y el Caribe, 28 son considerados de renta media, cuatro figuran en la categoría de altos ingresos, mientras que uno se ubica en el grupo de bajos ingresos, explicó Bárcena.

El financiamiento externo representa más del 5% del producto interno bruto (PIB) en el 80% de los países latinoamericanos y caribeños, agregó la alta funcionaria, quien alertó sobre las dificultades de la región para acceder a los mercados financieros: solo cinco países (México, Brasil, Chile, Colombia y Perú) son responsables del 85% de la emisión de bonos en América Latina y el Caribe.

Las remesas de los migrantes y la inversión extranjera directa (IED) se han convertido en los componentes más dinámicos de las corrientes financieras hacia la región, señaló.

Los países del Caribe, específicamente, enfrentan altos niveles de deuda, lo que reduce su espacio fiscal y su capacidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por ello, recordó, la CEPAL ha propuesto una condonación de parte de su deuda para crear un fondo de resiliencia que permita financiar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, uno de sus problemas más acuciantes.

Para la movilización de recursos internos, se debe aumentar la carga tributaria en la región, y cambiar su estructura para hacerla más progresiva, así como reducir la evasión fiscal, sostuvo. Los países de la región también deben aprovechar los recursos gestionados por los bancos nacionales de desarrollo y combatir los flujos ilícitos vinculados al comercio exterior, añadió.

Según datos de la CEPAL, como consecuencia de la manipulación de los precios del comercio exterior, las pérdidas tributarias de la región rondaron los 31.000 millones de dólares o 0,5 puntos del PIB (promedio ponderado) en 2013. Este resultado corresponde a entre un 10% y un 15% de la recaudación efectiva del impuesto sobre la renta de las personas jurídicas en dicho año. A esto se suman cerca de 340.000 millones de dólares, 6,7% del PIB regional, cifra en la que el organismo estima la evasión tributaria anual en la región.

En este marco, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL llamó a los países de la región a fortalecer la integración regional, “que se hace más necesaria que nunca”, y a participar en la gobernanza global de los temas fiscales sobre la base de la reciprocidad y la coordinación de acciones para evitar la evasión fiscal y los flujos ilícitos, concluyó.