América Latina y el Caribe se encuentra en una trampa de crecimiento que se ha prolongado por varias décadas y el contexto mundial y regional limitan el espacio de las políticas macroeconómicas en su favor.
Los resultados del Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2024 muestran una reducción en la tasa de creación de puestos de trabajo, en especial empleos formales, y que grupos como los jóvenes, las mujeres, los adultos mayores, las personas migrantes y las personas que viven en zonas rurales son más propensos a tener trabajos informales. Además, un intensificación de los efectos del cambio climático, de no adoptarse políticas de mitigación y adaptación, causará en el mediano plazo una importante reducción del número de empleos que se generen.
Para abordar estos desafíos y atenuar los efectos sobre los mercados laborales, la región debe articular políticas de desarrollo productivo, empleo y macroeconómicas, junto con medidas efectivas de adaptación y mitigación del cambio climático. Esto exige un aumento significativo de la inversión pública y privada, así como reformas estructurales para promover un crecimiento económico sostenible y equitativo.