La conferencia de alto nivel coorganizada por C3A, el Banco Mundial, con el Ministerio de Finanzas de Brasil y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con el apoyo del programa Euroclima, reunió a una red de expertos, científicos, líderes económicos regionales y profesionales. Su objetivo era abordar los retos que plantea la transición hacia prácticas sostenibles en un contexto macroeconómico mundial y regional difícil. Entre los temas clave que se debatieron figuran la integración de las consideraciones climáticas en la planificación económica, financiera y fiscal, la movilización de recursos financieros para proyectos sostenibles y la coordinación de esfuerzos entre distintos agentes, incluido el sector privado, para responder eficazmente a los retos socioambientales.
"Existe una necesidad urgente de desarrollar respuestas coordinadas y estratégicas al limitado espacio fiscal de la región y a los significativos desafíos estructurales e institucionales", declaró Santiago Lorenzo, Jefe de la Unidad de Cambio Climático de la CEPAL.
En el evento se puso de relieve la alta incidencia de fenómenos meteorológicos extremos que afectan a la región debido a su diversidad biológica y a su situación geográfica, lo que exige respuestas rápidas y eficaces para minimizar los efectos negativos en las comunidades y economías locales. Los participantes examinaron cómo los retos estructurales, la limitada capacidad de respuesta institucional y la dependencia de sectores altamente contaminantes, complican la gestión del cambio climático. Los debates hicieron hincapié en el fortalecimiento de las instituciones públicas, la mejora de las capacidades técnicas y la asignación de recursos financieros para la aplicación, el seguimiento y la evaluación de las políticas climáticas. También se subrayó la importancia de la cooperación internacional para abordar conjuntamente estos retos.
Una cuestión crítica que se debatió fue la dificultad de acceder a la financiación mundial para el clima, agravada por las asimetrías en el acceso a los instrumentos financieros y las limitaciones presupuestarias. Los participantes subrayaron la necesidad de nuevos marcos reguladores y arquitecturas financieras innovadoras para integrar los fondos internacionales públicos y privados. También se hizo hincapié en la importancia de alinear las agendas de cambio climático con las acciones de los gobiernos locales y los mecanismos financieros para garantizar una aplicación eficaz de las políticas.
Muchos países latinoamericanos han implementado políticas para abordar el cambio climático y la transición verde, sostenible y justa, como la emisión de bonos verdes y/o sostenibles, la diversificación de la matriz energética y la creación de fondos climáticos para movilizar recursos para proyectos sostenibles. Los debates sobre nuevos instrumentos financieros para el clima y la naturaleza marcaron otro momento relevante del evento, haciendo hincapié en la alineación de los objetivos medioambientales y financieros para la sostenibilidad a largo plazo.
Los participantes reconocieron una falta generalizada de conocimientos sobre el alcance macroeconómico del cambio climático y sus implicaciones, destacando la necesidad de mejorar la oferta de investigaciones y estudios especializados en la región. Las presentaciones sobre escenarios climáticos y herramientas de modelización mostraron que, si bien la transición a una economía baja en carbono puede ser costosa, los costes a largo plazo de la inacción serían aún mayores.
"Para tomar decisiones informadas que conjuguen los resultados socioeconómicos con los objetivos climáticos, los Ministerios de Hacienda necesitan herramientas analíticas avanzadas. Es hora de innovar nuestro enfoque de análisis de la política climática", declaró Etienne Espagne, codirector del Programa C3A.
Una conclusión importante de la conferencia fue la necesidad de hacer coincidir los plazos del mundo académico con los de los responsables de la toma de decisiones, creando al mismo tiempo capacidad y conocimientos en los ministerios para crear políticas públicas eficaces que equilibren tanto la mitigación como la adaptación a la crisis climática y sus impactos.
En última instancia, la conferencia ilustró la preferencia por un enfoque integrado que combine políticas eficaces, innovación financiera y una sólida cooperación entre el mundo académico, los gobiernos y el sector privado. Este enfoque contribuye a que las estrategias climáticas sean eficaces y equitativas, abordando las necesidades económicas tanto inmediatas como a largo plazo en la lucha contra la crisis climática.
Por último, el evento subrayó la urgencia de que los Ministerios de Finanzas de la región de América Latina y el Caribe emprendan acciones integrales, incluyendo la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de los ecosistemas. Estos esfuerzos deben coordinarse a nivel nacional e internacional para hacer frente a los desafíos del cambio climático y deben considerar modelos de escenarios adaptados a las características económicas y estructurales de cada país. El evento concluyó con un llamamiento a la acción para reforzar la cooperación internacional, mejorar la comprensión de la interdependencia entre las esferas real y financiera, y desarrollar soluciones estructurales adecuadas para abordar tanto la crisis climática como la desigualdad social y económica en la región.